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Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

6 nov 2010

Cap. 17 Destino erróneo

-¡Tú y el…! –Gritó Marcela sorprendida.

-Por favor, no levantes la voz –Rogó Debany apretando el vaso.
-Es que… es que… no –Hablaba torpemente- jamás me lo hubiese imaginado, ósea… ¡Eres tú! –Gritaba anonada.
-¡Shh! ¡Ya! Eso quedó en el pasado. Ahora, solo somos amigos ¿Okey? –Trataba de calmar a su amiga- Marcela, no quiero que volvamos a tocar este tema.
-Esta bien –Murmuro apenada. Debany dio un suspiro de tranquilidad.
-Ahora, solo hay que esperar a que se despierte Alberto para ir por tus cosas.
-Debany… -Volvió a hablar- ¿Segura que ellos no estarán en la casa? –Preguntó asustada.
-Estoy segura –Respondió fríamente- ellos nunca faltaran a su trabajo. En este momento, deberían de estar en camino a la disquera.
-No puedo creer que estés más tranquila Debany –Confesó anonada.
-No lo estoy –Respondió agachando su mirada- Me estoy desboronando por dentro Marcela –Dijo entre dientes evitando soltar una lágrima.







Tom fue hacia la azotea del estudio recordando como conoció a Debany: esa chica con la autoestima baja y que no le tenía confianza a nadie cosa que el logró quitarle. Gracias a él, Debany es otra.
El guitarrista se sentó en la orilla, dejando que sus pies estuvieran frotando en el aire, encendió un cigarrillo y comenzó a inhalar el humo de éste, eso lo tranquilizaba.
Le vino a la mente la imagen de Debany cuando se quería suicidar y miles de preguntas se le vinieron a la cabeza:
“¿Qué hubiera pasado si yo no hubiera subido? ¿En verdad se hubiera matado? ¿Seguiría con su desgracia?”
Y después, otra un poco más importante, se le vino a la mente: “¿El destino quería que yo conociera el amor con ella? ¿O simplemente quería que yo la salvara?”
Tiro el cigarrillo, eran tantas preguntas que Tom se hacía:
“¿Nuestro destino acaso es estar juntos?” .Esa era su mayor duda.
Pasó varias horas analizando todo lo que sentía en ese momento: los errores, los momentos felices; hasta que
llegó una conclusión correcta o tal vez errónea: “El destino ha cometido un grave error al cruzar nuestros caminos”. Se levantó y regresó con los demás al estudio.
-Perdón por irme así como así –Se disculpo volviendo a sentarse en el cómodo y enorme sofá.
-No hay problema Tom –Dijo David.
-Bueno, sigan hablando del disco que quiero saber más –Dijo el guitarrista entusiasmado. Todos voltearon a verlo confundido por su inesperado cambio de ánimo.
-Tom… ¿Estás bien? –Preguntó su gemelo preocupado.
-Si, estoy mejor que nunca.





Los tres amigos se dirigieron al a casa de los gemelos. Al llegar, solo se bajaron Debany y Marcela y Alberto se quedó en el auto por petición de ellas.
Las chicas entraron y, en efecto, no había nadie. Subieron a la habitación de Marcela y empacaron sus cosas lo más rápido que pudieron. El dinero de la chica, iba entre la ropa de una de las maletas. Ese dinero era su pasaje para largarse de Alemania.
Antes de irse, dejaron sus copias de las llaves en la pequeña mesa de la sala. Ellas no pudieron dar un paso fuera de la casa antes de echarle un último vistazo ¿Cómo no recordarlos? Fueron los mejores momentos de sus vidas.
Debany abrió la puerta y Marcela, casi a la fuerza, salió de la casa. Debany le siguió y antes de cerrar sintió como se formaba un enorme hueco en su corazón, era la misma sensación de cuando se encontraba completamente sola. No quería irse, no quería dejar de ver a su guitarrista, pero tampoco iba a dejar que la lastimara.
-No será fácil –Confesó Marcela.
-No, pero te juro que será lo mejor –Trataba de hacerse la fuerte.
-Eso espero…
Un extraño hombre de unos 30 años más o menos, se puso enfrente de las dos muchachas obstruyéndoles el paso.
-¿Ana Marcela? –Preguntó éste. Las dos voltearon a verse confundidas.
-Sí, soy yo –Respondió confundida- ¿Qué se le ofrece?
-¡Llevarla con sus padres!

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