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Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

31 jul 2010

MTV World Stage 2010 Malaysia Pt. 2



Nooise *w* disfrutenlo :D

Cap.32 Rescate

Tom
La abracé lo más fuerte que podía. Tenía una herida en el estómago ¡Por favor, que no sea profunda! Le retire su cabello de la cara, trataba despertarla pero no podía, no abría sus ojos.
-Deb… no me dejes. Te necesito junto a mí –Susurraba en su oído- Por ti descubrí lo que es el amor, por favor… abre los ojos ¡Ábrelos Debany! –Suplique rompiendo a llorar.
Escuche un leve respiro en mi oído, voltee hacia Debany y vi que trataba de abrir sus ojos…
-Tom… -Dijo muy apenas mientras trataba de respirar.
-¡Debany!... ¡Debany! – Y se volvió a desmayar. Marcela, salió corriendo de la habitación y volvió con una blusa de Deb en la mano.
-Bill, rápido. Ayúdame a romperla –Le ordeno desesperada. Ella tenía agarrada un extremo de la blusa y Bill el otro. Con varios intentos, al fin lograron romperla. Marcela se acercó a Debany y le amarro el pedazo de la blusa con el fin de taparle la herida. Apretó el nudo lo más fuerte que pudo- A perdido mucha sangre –Dijo asustada.
-Vámonos ya. Debany necesita atención médica.
Yo solamente asentí y la cargue entre mis brazos. Me di cuenta que en sus manos tenía cortadas leves y en una que otra, tenía sangre seca.
En las escaleras, Marcea agarro una maleta y después nos dirigimos hacia la entrada principal. Bill se adelanto para ayudarme a abrir la puerta.
-¡Esperen! –Grito Marcela.
-¿Qué pasa? –Preguntó Bill alejándose de la puerta.
-El diario de Debany –Musitó dejando caer la maleta
-¿Diario? –Pregunté confundido
-Pensé que se había perdido –Dijo con una sonrisa.
Ella se acerco hacia el diario que estaba enfrente de una puerta –Creo que la del baño… ¡Hay eso no importa!- Se agacho a recogerlo y…
-¡Ustedes no se llevaran a Debany a ninguna parte! –Él, ese desgraciado ¡Ese maldito era Miguel! Agarro a Marcela y saco un cuchillo colocándoselo en el cuello- Baja a Debany –Me ordeno entre dientes.
-No, ¡No lo hagas Tom! –Gritó Marcela.
-Tú cállate –Acercándole más el arma.

Bill
Me sentía tan impotente, no sabía qué hacer. Tom no podía dejar a Debany aquí, pero no voy a dejar que ese imbécil le haga algo a Marcela
-¡Suéltala! –Grite caminando hacia ellos.
-Si te acercas te juro que la mato… por cierto, ustedes hacen una hermosa pareja –Dijo burlándose.
-¡Hijo de tu perra madre! ¡Que la sueltes! –Grité furioso.
-¡Ya te dije! Si te acercas, la mato.
Pare en seco, al ver que una gota de sangre recorría el cuello de Marce. Ella comenzó a llorar y yo… temblaba de coraje. Voltee hacia Tom y el hizo lo mismo, después, dirigió su mirada hacia Debany. Caminó hacia donde estaba el padrastro de ella ¿Qué diablos hace? Yo también hice lo mismo, hasta que quedamos enfrente de ese señor
-Esta bien. Dejare a Debany, pero tu suelta a Marcela ¿Okey?
Lo mire sorprendido ¿Qué planea hacer? Volteo a verme, entonces entendí. Tom fue bajando con mucho cuidado a Debany y miguel fue soltando a marcela. Cuando Debany estaba en el piso, Miguel soltó a Marcela. En ese momento, Tom volvió agarrar a Debany y yo jale a marcela para que se alejara de ahí.
Agarre a Miguel de la camisa y con todas mi fuerzas le metí un puñetazo en la cara, el retrocedió del mismo golpe
-Te vas a arrepentir… -Susurró agarrándose su barbilla

Marcela
Cuando Bill me jalo, agarre como pude el diario y la maleta. Me limpie la sangre y corrí hacia la puerta abriéndola fuertemente haciendo q la puerta saliera disparada –Por así decirlo- Tom y yo estábamos en la entrada, volteamos hacia Bill, quien peleaba contra Miguel, éste, le dio un fuerte golpe en el estomago.
-¡Bill! –Di un grito desgarrador al ver que cayó de rodillas. Tom no podía hacer nada ya que tenía a Debany en brazos. Mire a todos lados hasta que vi un florero en la mesa de la sala. Sin pensarlo dos veces fui y lo agarre. Miguel iba a patear a Bill –Puntería… ¡No me falles!- Como pude, le avente el florero y le cayó en la nuca… y cayó inconsciente.
-Vámonos de aquí –Musito de Bill agarrando mi mano.
Salimos corriendo de la casa hasta llegar al carro. Tom puso a Debany en el asiento trasero con mucho cuidado.
-Vas a estar bien Debany –Dijo dándole un beso en la frente

Tom
Llegamos a las partes de las vía ¡Y claro! Un puto tren estaba pasando en ese momento.
-¡Mierda! –Grite golpeando el volante.
Por el retrovisor, noté que un carro se acercaba a nosotros. Le di igual. Espero que el tren no esté tan largo.
Todo fue rápido, de un abrir y cerrar de ojos ya estaba fuera del coche. Caí al piso y fue cuando pude reaccionar. Vi que Miguel abría la puerta trasera, después la cerro de un fuerte portazo y se dirigió a mí. Me levanto de la camisa y la apretaba cada vez más.
-¿¡Donde chingados esta Debany?!

29 jul 2010

Cap.31 Ayuda

Marcela
Jamás imagine que Bill haya sufrido tanto. Pero todo acabo. Las personas que más lo odiaban ahora se arrepienten de todo lo malo que le hicieron.
-Sabes Bill –Rompí el silencio- Todas las personas que hicieron tu vida miserable era porque te tenían envidia. Nadie es tan guapo y amable como tú –Bill agarro mi mano y entrelazó nuestros dedos.
-Enserio, muchas gracias por estar conmigo –Sonreí- ¿Quieres ir a la laguna?
-¡Claro! –Los dos nos levantamos y por un pequeño caminito bajamos hacia el lago.
-Oye –Hablo Bill deteniéndose- espérame ya regreso –Termino dando media vuelta.
-¿Porqué? –Pregunté confundida evitando que caminara.
-Es que se me olvido algo –Y puso su mano en su cabeza y dio una pequeña risa.
-Ah, okey
Bill se regresó a su carro –Eso creo yo- y yo seguí mi camino. Me quedé un rato admirando el lago, sí que es tranquilizante. La luna se reflejaba en las ondas del agua dándole un toque… mágico, realmente no sé cómo explicarlo. Se veía muy lindo.
Escuche unos pasos, voltee a ver y Bill traía consigo una canasta. La dejó en el suelo y comenzó a sacar unas velas y una cobija que la extendió en el piso. También saco un pequeño plato y lo puso en medio de la cobija y arriba del plato puso las velas y las encendió.
-¿Quieres sentarte?
-Que te parece si… -Solté una pequeña risa.
-¿Si mejor qué? –Me siguió confundido. Me acerqué a él y lo besé. Comencé a caminar sin separarme de él, hasta que nos acercamos al lago. Ahí, Bill se separo y creo que se dio cuenta de mis intenciones- ¡Oh no! Ni se te ocurra Marcela
-Oh si –Contesté maliciosa y lo empuje. Cayó de una forma muy divertida al agua que no evite soltar la carcajada. Bill salió temblando y yo me seguía riendo, se veía súper gracioso.
-Me-me la vas a p-pagar –Me amenazó sin dejar de temblar.
-¿El agua no estaba rica? –Pregunté en broma.
-Ven y compruébalo tú misma –Extendiendo su mano.
-No gracias, así estoy bien –Respondí alejándome de él.
-No, enserio. Ven –Acercándose.
-¡No! Ni lo hagas Bill Kaulitz Trümper ¡No te acerques! –Me cargó y me dejó caer el agua ¡Si que estaba fría! Ahora él era el que se burlaba de mí- Muy bien, ya nos reímos un poco. Ahora ¿Me ayudas a salir? –Sin dejar de reírse, extendió su mano. Cuando la agarre, lo jale hacia mí ¡Y volvió a caer! Me quito el cabello de mi cara y dio una sonrisa maliciosa.
-El agua ya no está fría
Me besó y yo le fui quitando su playera, el no tardo en hacer lo mismo conmigo. Seguimos así hasta quedar en ropa interior

Bill
Cargue a Marcela hasta llevarla a la orilla. Salimos del agua y delicadamente la acosté en la cobija. Besé su abdomen hasta llegar a su cuello. Mientras la besaba, iba bajando el tirante de su sostén y de una abrir y cerrar de ojos esa prenda ya estaba a un lado. Deje de besarla para admirar todo su cuerpo, ella acariciaba mi torso.
Mi celular comenzó a sonar -¡Justo ahorita!- Si es David juró que lo mató. Realmente no supe si era él porque no contesté. Estaba con ella, ahorita no estoy para nadie.
Pero el celular no paraba de sonar y ya nos estaba fastidiando. Busqué mi pantalón para buscar ese pequeño aparato y apagarlo, pero vi en la pantalla el nombre de mi hermano.
-¿Quién es?
-Tom –Contesté extrañado.
-Contesta, tal vez es importante.
-Okey, pero juro que si es para preguntarme donde está la caja de cereal ¡Lo castro! –Marcela rompió a reír.
Conversación telefónica
-¿Qué pasa?
-Bill ¡Te necesito más que nunca!
–Tom… sollozaba. Pero… ¿De qué me perdí?
-¿Qué pasa? –Pregunté confundido. Él rompió en llanto, me sentí desesperado ya que no me decía nada. Voltee a ver a Marcela y vi que ya se vestía- ¡Dime qué demonios tienes!
-Debany
–Dijo al fin.
-¿Debany? ¿Qué pasa con ella? –Al escuchar su nombre, Marcela automáticamente se acercó a mí, así que puse el altavoz.
-¡Debany está en problemas!
-¡¿Qué¡?
–Soltó asustada- ¿Cómo que en problemas? ¡¿Qué tipo de problemas?!
-Miguel, ya sabe que sale conmigo.
-¡¿Cómo se enteró!?
–Preguntó anonada mientras apretaba mi hombro de la tensión que sentía.
-¡No lo sé! –Los dos se encontraban completamente exaltados- Le hable a su celular y me contestó él. Ahora no se que le estará haciendo a Debany ¡Por favor, ayúdenme! –Lo dijo con tanta desesperación, nunca lo había escuchado así.
Abracé a Marcela muy fuerte y le dije a Tom que ya íbamos para haya. Nos cambiamos lo más rápido posible y con la ropa, aún húmeda, nos fuimos del lago.


-¿Y qué hacemos? –Pregunté.
-Tenemos que sacarla de esa casa pero ya –Habló Marcela- Escuchen: Tom, te estacionarás una calle antes de la casa y cuando lleguemos ahí, me ayudarán a buscar la llave. Verán, Debany me dijo que había hecho una copia de la llave para que cuando las cosas se pusieran… más feas, yo entrara a la casa y la ayudará a escapar –Tom y yo asentimos.
-Hay que llamar a Georg y a Gustav –Sugerí.
-¡No! No quiero meterlos en problemas –Dijo Tom
-No, ¡Que si los llame! Se me ocurrió una idea.

Tom
Nos dirigimos lo más rápido que pudimos a la casa de Debany. Como dijo marcela, me estacione una calle antes de llegar. Cuando llegamos a la casa, nos pusimos a buscar la llave como locos.
-¡Ya la encontré! –Susurró Bill y me la dio. Abrí la puerta lo más cuidadoso que pude y entramos.
En la sala, había un completo desastre: Floreros, sillas, platos tirados. Solamente de imaginarme todo lo que paso, me dan escalofríos.
Los tres subimos hacia las habitaciones. En las escaleras estaban unas maletas y una caja tiradas. Bill recogió la caja y la abrió, eran posters de nosotros. Marcela abrió una de las maletas y comenzó a buscar algo. Nosotros nos acercamos a una puerta y lentamente la abrimos. Había fotos o posters, parece que Miguel los arrancó como pudo. Me faltaba el aire, un gran nudo se me hizo en mi estómago y en mi garganta al ver sangre en el piso, pero no había rastro de Debany.
-Vamos al otro cuarto –Sugirió mi hermano. Ella no puede estar muerta. No, no puede. Si ella no está conmigo yo… no se qué haría.
La otra habitación estaba completamente oscura. Caminábamos torpemente hasta que patee algo por accidente.
-Bill… enciende la luz –Susurre, lo que había pateado no era algo, era alguien. Me cegué un momento ante la intensidad de la luz, cuando recupere la vista, la vi- ¡Debany!

23 jul 2010

Cap.30 Del odio nace el amor ¿No crees?

Debany

Seguía acostada tratando de tranquilizarme. No sabía si quedarme encerrada o salir de mi habitación: Si salgo, Miguel querrá terminar… lo que trato de empezar ¡No! Y si me quedo… será lo mismo. Observé mis posters de pared a pared, entonces recordé lo que me dijo Tom cuando estábamos en su habitación, y me hizo ver, que yo nunca he estado sola.
-Si, yo NO estoy sola –Me puse de pie y me limpie las lágrimas. Siempre tendré a Tom y a Marcela a mí lado- Siempre tendré su apoyo…


Saque mi diario del cajón y sonreí –Ya nos vamos de este infierno mamá- Lo guarde en la maleta y la cerré. En una caja guarde los posters que me faltaban pegar; agarre las maletas, le quite el seguro a la puerta y la abrí con cuidado. No había rastro de Miguel, el pasillo estaba tranquilo. Di dos pasos para salir de la habitación, todo igual. Caminé con cuidado hacia las escaleras tratando de no hacer ruido. Solo se escuchaba el ligero sonido de las llantas de mis maletas…
-¿A dónde vas? -Me quedé helada al escuchar su voz. Voltee a verlo, el seguía recargado en la puerta de su cuarto ¿Cómo mierda no lo escuche?- Tu no te mueves de aquí –Apenas vi que dio un paso hacia adelante, reaccione. Solté mis maletas y corrí escalera abajo hasta la puerta principal.
-Unos… metros más…
-¡No saldrás!
-¡Ahh! –Mi mano que ya había tocado la perilla, se alejo de esta ya que Miguel me había detenido agarrándome de mí cabello- ¡Suéltame! –Grite golpeándolo como podía.
-¿Acaso ibas a dejarme para irte con…? –Le di un fuerte golpe y logré que me soltará.
-¡¿Marcela?! Pues fíjate que sí –Él se fue acercando a mí y por cada paso que el daba, yo retrocedía- ¡No te acerques! ¡No lo hagas! –Comencé a llorar. Miguel no se detenía, yo ya había topado con la puerta. El estaba muy cerca de mí. Solamente pude soltar un gemido ya que Miguel me había tapado la boca.
-Yo no me refería a ella… -Susurró negando con la cabeza. Me empujo y caí de rodillas. Agarro mi cabeza y con la otra mano agarró un poster que estaba tirado y me lo restregó en mi cara- Un pajarito me dijo que conoces muy bien a esta banda –Soltó molesto acercándome cada vez más el poster- Y en especial a uno de los Kaulitz… A ti si te queda el dicho ‘Del odio nadie el amor’ ¿No crees?
-¿Disculpa? –Voltee a verlo confundida
-Un día odias a Tom y al otro lo amas… ¿Desde cuándo salen Debany?
-No sé de qué hablas –Respondí anonada ¿Cómo lo supo?
-¡Ya no finjas! Lo sé todo. Mande a Ernesto a seguirte, ¡Por cierto! Marcela y Bill hacen muy bonita pareja
No. No. ¡No! Esto no puede estar pasando… ¡¿Cómo pude bajar mi guardia?! ¡¿Cómo no pensé en eso?!... Cerré mis ojos y me arme de valor:
-Pues si ya lo sabes, ¡te lo diré! Salimos desde hace poco, pero aún así lo amo y él me ama a mí. Es lo mejor que me ha pasado en esta puta vida y no lo dejare por nada ni por ¡Nadie! –Miguel me miro sorprendido y después me miro con rencor.
-¿Eso crees? –Preguntó irónico y me soltó- Pues vamos a ver cuánto te dura la relación con el rastoso. –Hubo un momento de silencio. Los dos volteamos hacia mí celular –Que para ese momento, era un aparato del infierno- ¡Justamente tenía que timbrar!- Vaya, vaya –Agarrando mi estúpido celular- Mira quién es: Nada más y nada menos que el guitarrista ¡Tom Kaulitz! –Dio una carcajada. Me levanté lo más rápido que pude y fui directo a arrebatarle el celular, pero Miguel me empujo y volví al piso…

-Debany… ¿Debany?... ¿bueno?
-Hola rastoso ¿Con qué tú eres el gran guitarrista de Tokio Hotel y el gran amor de Debany, verdad?.. Ja-ja… Te has metido con la chica equivocada –Completamente molesto.
-Quien… ¿Quién habla?
-Miguel… el padrastro de Debany

Tom
Mierda. Me quede completamente helado mientras que un enorme escalofrío me recorría por toda la espalda. Escuchaba a Debany llorando. Puse mi mano en mi rodilla y la apreté con fuerza por la impotencia y coraje que sentía en ese momento.

-Escucha imbécil: Si le pones a una mano encima a Debany…
-¿Qué? ¿Acaso vendrás a golpearme?
–Me desafió – Yo que tú, no me arriesgaría. Si no quieres que Debany se muera, tendrás que dejar de verla.
-No. No lo haré.
-Muy bien, si es lo que quieres…
-Escuchaba quejidos, gritos y llantos del otro lado de la línea, ¡Es un maldito desgraciado!
-¡Déjala!
-Ya sabes lo que tienes que hacer. No querrás que esta lindura este a 3 metros bajo tierra ¿verdad?...
-¿Bueno?... ¡¿Bueno!?

-¡¿Ahora qué hago?! –Estaba desesperado y comencé a golpear la puerta lo más fuerte que podía –Bill, te necesito- Dije entre sollozos… ¡Claro! Agarre el celular y le marqué a mi hermano. Mierda, mierda y más mierda, no contestaba el celular ¿Qué rayos haces Bill? ¡Contesta el puto celular!

Debany
Me abracé a mi misma tratando de calmar el dolor de sus golpes. Abrí mis ojos y ya tenía a Miguel enfrente de mí.
-Si no eres mía –Agarra mi rostro- No serás de nadie ¿Okey?


Continuara***
Se viiene lo bueeno ;) :D. Gracias x pasar a leer (:
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18 jul 2010

Cap.29 Problemas

Miguel
Comenzó a moverse para que yo la soltara. Sostuve sus brazos y la empuje hacia la pared. Acaricie su suave mejilla, ella temblaba –Sonreí al sentirlo- Acerque su cabello a mi rostro, su aroma era perfecto, fui recorriendo su cuello con mis labios hasta llegar a su boca, ella seguía resistiéndose -Como me encantaba cuando se ponía nerviosa- Ahí estábamos, frente a frente. Fui bajando mis manos hacia su cadera y fui levantando su blusa…
-¡No! –Dio un grito ahogado y se corrió- Quítame las manos de encima, ¡Suéltame, aléjate de mí! –Sollozaba mientras seguía luchando. Rompió a llorar. Me encantaba verla llorar, hace que me guste más- ¡QUITATE! –Volvió a gritar mientras soltaba sollozos cada vez más fuertes.
-Shh –Colocando mi dedo índice sobre sus labios- No pasará nada…

Debany.
No. No. No ¡No! Quiero que se quite ¡que no me toque! Pero no puedo quitármelo, está más pesado que yo. Mis muñecas comenzaban a dolerme ya que Miguel me apretaba cada vez más…
Ring…Ring… ¿Su celular? Ring… ring… Sonó una y otra vez. Sentí que Miguel me iba soltando poco a poco, decidió contestar su celular
-¡¿Qué?! –Gritó molesto. Yo me recargué lo más que pude a la pared. No me podía mover, mis pies no reaccionaban a mis órdenes- ¿Y a mí que me importa si ya llegaste a tu casa Ernesto?... ¿Lo hiciste? –Preguntó sorprendido- ¿Y qué pasó? –Volteó a verme, yo solamente cerré mis ojos. Los volví a abrir y Miguel ya no estaba en mi habitación.
Me quedé inmóvil, callada mientras observaba cada rincón de mi cuarto. Me deje caer al piso y cuando llegue a él, rompí a llorar. Me encontraba completamente asustada, no sabía qué hacer ¿Y si regresaba?... Rápidamente corrí hacia la puerta y la cerré. Recargué mi frente en la puerta, mi corazón latía con fuerza, todavía no me podía tranquilizar. Me di cuenta que a lado mío estaba un poster donde solamente salía Tom; me agache a recogerlo y lo abracé con todas mis fuerzas. Hice a un lado los demás posters y me acosté en el piso sin soltar la imagen de Tom, y me puse a llorar en silencio.


Tom
Nos encontrábamos viendo unas películas y una que otra vez le aventaba una palomita a Georg en su cabezota.
-Bueno Tom –Levantándose del sillón- Me tengo que ir, ¡Descansa mucho! –Habló Gustav dándole una palmadita a mi espalda. Solamente quedamos Georg y yo. El muy raro se me quedo viendo así que yo hice lo mismo.
-¿Qué? ¿Te gusto o qué?
-Ni que tuvieras tanta suerte.
-Tengo más suerte que tú.
-Si, qué bueno que lo creas –Los dos reímos. Agarro mi celular, ya que estaba al lado del sillón y volteo a verme extrañado.
-6 llamadas perdidas.
-Ah… mierda –Y tire mi cabeza hacia atrás. Sabía muy bien de quien era.
-No te dejara en paz Tom –Me dio mi celular ya que volvió a sonar. Hice una mueca y me acomode mi gorra. Tomé el celular y contesté.
Conversación telefónica.
-¿Qué quieres?
-Pedirte perdón.
-Como que ya es muy tarde ¿no?
-No Tom, no lo es.
-Aunque me pidas perdón, ni creas que me acostare contigo –Dije fastidiado.
-Lo sé Tom, lo pensé mucho y creo que es mejor terminar como amigos…
Fin de la conversación telefónica

O una de dos: O me colgó o se cortó la llamada.
-¿Y qué te dijo?
-‘Perdón’ –Le contesté viendo aún mi celular.
-Bueno pues –Levantándose- Algo es algo, ¿no? Me voy que es tarde ¡Y! Me quiero dormir -¿Cuándo no quiere dormir?
-Jaja está bien.
-Cuídate –Golpeándome el hombro.
-Igual –Aventándole una almohada- no te vayan a robar


Me encerré en mi habitación y le marque a Debany como 10 veces, ¿Porqué no contesta? Le volví a marcar y al fin me contestó.
-Debany… ¿Debany?... ¿bueno?
-Hola rastoso ¿Con qué tú eres el gran guitarrista de Tokio Hotel y el gran amor de Debany, verdad?.. Ja-ja… Te has metido con la chica equivocada
–Completamente molesto.
Continuara :]!
Deequuee creo yo ya acabare mi Fic Pain Of Love & ahorita estoi escribiendo OTRA :B ya tengo mas o menos dq trata (: cuando acabe la 1 temporada de by your side, subire un pedazito de Pain Of Love e.é los qiiero n.n
comenteen :$$ :A

14 jul 2010

Cap.28 Solo somos nosotros a la luz de la luna

Bill
-Ya llegamos –Sonreí y me aparte para que Marcela admirara el lugar.
-Bill… es… hermoso –Dijo anonada.
En este lugar había una laguna donde se reflejaba la luz de la luna. Alrededor había árboles y solamente se escuchaba el sonido del pequeño bosque. Marcela comenzó a caminar para observar de cerca el lugar, para mi sorpresa, avanzo demasiado.
-¡Cuidado! –Logré gritar exaltándola un poco.
-¿Qué pasa? –Deteniéndose de golpe
-Un paso más y te caes –Contesté caminando hacia ella.
-¿Cómo? –Preguntó confundida.
-Si, ibas hacia un precipicio –Marcela se quedo callada y me vio sorprendida. Yo camine hacia donde estaba y me senté con cuidado en el- ven, no es tan peligroso –Sonreí. Marcela caminó con miedo hacia a mí, creo que le dan miedo las alturas. Cuando se sentó recargó mi cabeza en el hombro y soltó un suspiro.
-No pensé que este lugar existiese –Confesó- me hubiera gustado saberlo antes, para poder estar aquí un momento sola y escapar de mis problemas.
-Yo tampoco pensé que existía –Susurré.
-¿Y cómo lo encontraste? –Volteando a verme. Me quedé un momento viendo el reflejo de la luna en el agua, realmente no es algo que me guste recordar, pero quiero compartirlo con ella.
-Cuando era niño –Hablé al fin- Mi madre estaba sufriendo una depresión a causa del divorcio con mi padre Jörg. Casi nunca salía de su cuarto y cuando lo hacía, siempre estaba de mal humor; luego, en el colegio siempre sufría burlas por cómo me vestía, algunos compañeros hasta me querían golpear. Llegaba a mi casa y lo único que quería era que mi mamá me apoyará, pero no, ella seguía encerrada en su mundo. En esos momentos, solamente nos teníamos Tom yo, hasta que un día en el colegio todos llevaban camisas que decían: ‘Muerte a Bill’ y cosas por el estilo ¡esa ya era la gota que derramo el vaso!
… Sabía perfectamente que al llegar a mi casa no iba a recibir el apoyo de mi mamá, así que huí lejos: de mi casa, de la escuela ¡huí de todo! Seguí corriendo hasta que llegue hasta este lugar. Me senté exactamente en donde tú estás sentada en este momento y comencé a admirar este hermoso lugar. Sentí una paz, una gran tranquilidad y al fin rompí a llorar, empecé a desahogar todos mis problemas. Venía aquí todas las noches y empecé a sentirme mejor. Luego mi mamá conoció a Gordon quien nos inspiró a Tom y a mí en la música y desde ese día ya no venía aquí a llorar ni a estar triste, sino para admirarlo e inspirarme para hacer mis canciones…Sabes Marce –Voleando a verla- eres a la primera persona que le cuento esto, porque ni a Tom se lo he comentado, tú eras la primera que sabe de su existencia. Este lugar ya no será solamente mío, porque ahora será de los dos.
Marcela.
-Bill, eres una persona única y especial. Es por eso que te amo tanto, yo siempre estaré contigo, te amare eternamente.
-Solo somos nosotros a la luz de la luna –Tarareando. El se acercó a mí, nos miramos a los ojos, acarició mi rostro y lentamente fue acercándose a mis labios. Comprendí que este lugar solamente será de nosotros dos, aquí dejaremos nuestros problemas, aquí nos desahogaremos, aquí reiremos, nos abrazaremos, nos besaremos, aquí… nos amaremos por siempre.

Debany
Sé que no está bien mentirle a Tom, pero cuando llegue el momento adecuado, le contare todo.
Abrí la puerta de mi casa y sentía una enorme paz…
-¡Miguel, ya llegue!... ¿Miguel? –Ya entiendo porque, él no estaba- Bueno, ¡al fin un poco de tranquilidad! –Caminé a mí habitación, saqué mi ipod y me tumbe en la cama. Observe cada pared de mi habitación ¿Sí o no?... Creo que sí, me levante y agarre mi billetera…
Fui a varios puestos de revistas y me compre muchos posters de Tokio Hotel. Llegue a una tienda de música y me compre el CD de Schrei y Zimmer 483. Cuando llegue a mí casa puse el estéreo a todo volumen y comencé a decorar mi habitación.
Como en ese rato ya no iba a salir, me cambie de ropa: una blusa de tirantes lila y un short negro. Estaba muy entretenida acomodando los posters hasta que escuche a alguien…
-Creí que no te gustaba esa banda –Voltee a ver y estaba Miguel recargado en la puerta observando todos los posters que ya tenía en la pared.
-Pues creíste mal –Le contesté sin dejar de hacer mi trabajo. Ya no se escucho nada de música, Miguel había apagado el estéreo.
-¿Y qué te hizo cambiar de opinión? –Preguntó curioso.
-Pues, cuando iba a la casa de Marcela…
-¡Claro, claro! –Habló interrumpiéndome- Como no lo había imaginado –Término con tono irónico.
-Pff, da lo mismo –Continué mientras el reía- Me gusta esta banda y punto final –Dije agachándome para recoger la cinta. De reojo vi como Miguel me observaba, me empecé a poner muy incómoda, jamás me había visto así. Me puse de pie y seguí pegando los posters, Miguel me seguía observando, ya estaba nerviosa y de tonta se me resbaló la cinta. Volví agacharme para recogerla y cuando me levanté…
-¡Miguel! ¿Qué haces? ¡Suéltame! –Grité lo más fuerte que puede al sentir sus bruscas manos sobre mi cintura, en un parpadeo ya estaba enfrente de él


Continuara***

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10 jul 2010

Cap.27 Hola, querida amiga


Conversación telefónica
-¿Tú?
–Susurré sorprendido- ¿Cómo te atreves a marcarme a mi celular después de todo lo que hiciste? ¿Cómo conseguiste mi número? ¿Cómo sabías a qué hora localizarme? –Comencé a interrogarla completamente exaltado-
-Tranquilo Tommy…
-¡No me digas así! –Grite. Como odio ese puto diminutivo.
-Hay ya, no te me exaltes –Bufó.
-¿¡Cómo conseguiste mi puto número?! –Volví a preguntar molesto.
-Tengo contactos –Me contestó maliciosa. Pero esta… ¿Qué se cree?- De hecho, lo tenía desde hace mucho, pero no tenía una buena razón para volver a llamarte… hasta que vi ese reportaje en la televisión…
-¿Qué? Acaso, ¿Me hablaste para burlarte de que me partieron la cara?
–Pregunté sarcástico- Si es así, hazlo. No me importa. Pero hazlo rápido porque no tengo todo tu bendito tiempo… ¡Anda, empieza! –Ordene, apenas escuche una risa, aunque sea una pequeña, le cuelgo. Es lo que espero.
-No, no. No es para eso. Realmente me preocupe –Dijo con otro tono diferente de voz, como que hablaba enserio- Quería saber si ya estás bien y si a ese maldito lo tienen en la cárcel.
-Oh, no te preocupes… No necesito que tú te preocupes por mí… ¿Es lo que me querías decir Annkatrin?
-Tom, si quieres puedo ir a visitarte…
-Jajaja
–Ay, no pude evitar reírme- Algún día, sí. Un día muy, muy lejano. No sé, tal vez cuando yo ya no esté en este mundo, podrías ir a visitar mi tumba.
-¡Ay Tom, tú siempre tan gracioso!
-¡¿Qué tiene esta mujer?! ¡Ni con directas entiende que no quiero saber nada de ella!
-¿Y quien dijo que bromeaba? –Contesté secamente.
-Escúchame bien Tom Kaulitz, Nadie de los dos tuvo la culpa, los dos estábamos borrachos, el fotógrafo solamente aprovecho y…
-Tú no sabes todos los problemas que me causaron esas fotos, pero claro, tú te hiciste rica en ese momento.
-¡A mí también me causaron problemas! No sabes cuantos insultos recibí, tus locas fans me llamaban a mi casa y amenazaban con matarme
–Cada vez estaba más histéricas… ¡Hey! ¿Qué dijo acerca de mis fans…?
-¡A mis fans no las insultas! ¿Okey?
-Ok, ok ¡Perdón! Tom… cuando supe que volvían a Leipzig después de 4 años, mi corazón se llenó de alegría, luego sin saber nada de ti, me alegraría volver a verte
–Y volvemos a lo mismo…
-Lo siento Katrin, pero yo a ti no te quiero ver. Como tú lo dijiste, estábamos borrachos y solamente traíamos calentura y fue de un rato. Si, lo admito, me sorprendió tu belleza… pero no sentí interés de conocerte más a fondo.
-Eso dices ahora Tom, pero cuando nos volvamos a ver, veremos si opinas lo mismo
–Dijo completamente molesta, ese tono sí que me dio miedo… no. Mentí.
-Mi respuesta sigue en pie y nada me hará de cambiar de opinión ¡Ah! ¿Y me harías un favor?
-… ¿Cuál?
-¡NO-ME-VUELVAS-A-LLAMAR!
-Mira estúpido, pueden pasar 4.6 o 10 años pero tú ¡Seguirás siendo el mismo mujeriego de siempre! Tarde o temprano serás mío pero veras que no esperare mu…
Fin de la conversación telefónica.
Le colgué a la muy puta. Estaba furioso, en primera: ¿Quién le pasó mi puto número? Haga lo que haga esa, no cambiare de opinión. Estoy muy enamorado y no echare a perder esta relación por estar con la loca de Annkatrin.
-¡Mierda! –Pateando el buró.
-¿Qué pasa Tom? –Preguntó mi madre asustada.
-Nada mamá –Volteando a verla- ¿A qué hora volviste que ni me di cuenta? –Tratando de cambiar el tema.
-Como hace 15 minutos…Jovencito ¿Qué haces levantado? Tú tienes que guardar reposo
-Ah… claro –Ya no sentía nada de dolor, ahora lo que traía era coraje. Si Annkatrin consiguió mi número, conseguiría mi dirección y cuando vena…. No sé qué pasará.
-¿Y en donde esta Bill?
-Con su novia –Le contesté indiferente caminando hacia la cama.
-¿Novia? –Preguntó sorprendida.
-Si mamá, novia: NO-VIA –Dije en tono burlón.
-Ustedes jamás me cuentan nada –Se quejó.
-Mamá ya no somos unos niños –Bufé.
-Claro que sí, ¡Ustedes siempre serán mis bebés! ¿Entendido? Todavía recuerdo cuando te hacías pipí en la cama porque te daba miedo ir al baño…
-¡MAMÁ! –No ahora, por favor dios ¡Piedad! Y para terminarla de regar, Georg y Gustav estaban en la puerta de mi habitación. Mi mamá se fue de la habitación despidiéndose de los chicos.
-¿Apoco te hacías pipí en la cama? –Y el primero en abrir la bocota… ¡Claro! Fue Georg
-Por supuesto que no idiota.
-Ya Georg… todos tenemos accidentes en la vida –Los dos comenzaron a reír como estúpidos yo solamente los amenacé con la mirada- Bueno, bueno Tom… ¿Cómo sigues?
-Bien, gracias por preguntar, oigan… ¿Algunos de ustedes dos le dio mi número a Annkatrin?
-¿Annkatrin?... ¿Acaso estas drogado Tom? ¡Por supuesto que no –Me contestó Gustav.
-¿Porqué?
-Porque me llamo hace rato…
-¿Y qué hiciste? –Volvió a preguntar Georg.
-Después de tener una ridícula platica, colgué. Al parecer ella era la drogada –Los tres reímos.
-Hiciste bien Tom –Habló Gustav.
-Si, ella solamente quiere ganar publicidad… -Viendo hacia todos lados- Oye… ¿Y Bill? –Preguntó sorprendido.
-Llevas aquí como 10 minutos y ¿apenas te das cuenta de que no está? –Preguntó anonado Gustav- Que atención le pones a tu amigo.
-Jaja… ¿Ustedes donde crees que estará? –Pregunté alzando una ceja y dando una sonrisa pícara.

Bill
Todo nos estaba saliendo perfecto: Marcela se estaba divirtiendo mucho y yo no me cansaba de verla reír.
Llegamos, le abrí la puerta del carro y la ayude a bajar.
-¿Y en donde se supone que estamos? –Preguntó confundida.
-¿No conocías esta parte de la ciudad?
-No, para nada.
-Ven sígueme –Agarre su mano y la lleve hasta un lugar mágico, un lugar hermoso, un lugar que solamente conocía yo, un lugar donde estaba solo y me hace ver las cosas de otra manera


Continuara :BBB
que taal? e.e eso no se lo esperabaan :P! & viienen mas & más sorpresas, esto NO es nada :EEE loos amo! cuiidensee n.n
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Cap.26 Lindo&feo recuerdo

Marcela
-Y… ¿A dónde vamos? –La curiosidad me mataba.
-Ahh, eso ya lo verás. No es un lugar muy romántico, pero espero que te guste –Dijo con voz tímida, yo no pude esbozar una enorme sonrisa.
-Bill, no me importa a donde me lleves, lo único que me importa es estar contigo –Musité agarrando su mano, Bill entrelazó sus dedos con los míos y el también sonrió. Me dio un corto beso y arrancó el carro.
Todo el camino estuvo tranquilo, porque nadie hablaba; realmente no sabía de qué hablarle ¡Estaba nerviosa!
Llegamos a un restaurante muy lujoso, (es la primera vez que voy a un lugar así) pero me da igual, lo que importa es que estoy con Bill. Nos bajamos del auto y entramos agarrados de la mano, cuando apenas estábamos eligiendo la mesa se nos acercaron tres chavas emocionadas y le pidieron fotos y autógrafos a Bill. Yo reí de medio lado al vero entre sus fans, se ve que lo disfruta mucho. Al terminar, las chicas me vieron de arriba abajo y dándome una linda mirada de odio, se retiraron.
-Ahora sé cómo se sienten tus amigas cuando nosotras las maldecimos con la mirada –Admití sorprendida.
-Pero no te preocupes –Musitó abrazándome- no dejare que te hagan daño –Dijo burlándose, a mi no me dio gracia…
Nos sentamos cerca de una ventana ya que a mí me encanta observar para afuera. Comimos hasta no poder más, todo estaba delicioso. Después el restaurante, fuimos l cine, luego al centro comercial y al final fuimos a un parque de diversiones, Si, estaba disfrazado por obviedad, sino de este día no hubiésemos salido vivos. Pero como quiera, todo estuvo maravilloso.
-Niño, ¡Me la pase genial hoy! –Dije completamente feliz cerrando la puerta del carro.
-Que bueno amor –Me sonrió- Pero ni creas que este día ya se acabo.
-¿Ah no? –Pregunté comiendo un pedacito de algodón de azúcar.
-No, deje lo mejor para el final.

Debany
Delicadamente me fue quitando la blusa, yo empecé a hacer lo mismo. Besé su hombro recorriendo todo su abdomen, al llegar a sus pantalones él, solo me miro, lentamente fui quitándoselos. Tom no tardo en hacer lo mismo conmigo. Él me besaba, bajaba de mis labios hasta mi cuello, besaba mi torso desnudo, mi cuerpo se lleno de excitación. Me miró a los ojos y acarició mi cabello, yo solo cerré mis ojos tratando de disfrutar el momento –Todo estará bien- Susurró… Alberto.
¿Cómo olvidar la primera vez? Si así es, Alberto fue más que mi amigo, el fue mi primer, y antes de conocer a Tom, el único amor. No me quejaba, él fue lo mejor que me había pasado en esos momentos, no me arrepiento de lo que hice… aunque eso solo me trajo más problemas…
Lo teníamos todo planeado, al cumplir los 15 yo me iba a entregar a él. Todo era perfecto: salimos a festejar mi cumpleaños y en la noche fui a su casa a ver unas películas; sus padres no estaban, según esto, se fueron de viaje y no volverían hasta el día siguiente a la tarde. Alberto entro en mí de una forma maravillosa que jamás podre olvidar. Después de esa noche mágica nos quedamos profundamente dormidos, pero no nos duró mucho ese gusto; Un ruido espantoso nos despertó: eran sus padres. Su mamá me levantó de la cama jalándome del brazo y estrujándome, su papá se quedo con él en la habitación. Recuerdo muy bien que su madre me gritaba tontería y media y así fue en todo el trayecto, pero en el camino se le unió su padre. Me llevaron a mi casa y le contaron todo a mi papá (Si, esa noche no fue tan linda después de todo). Mi padre me prohibió volver a verlo y los padres de Alberto lo mandaron a estudiar fuera de la ciudad y ya no supe nada de él hasta esa noche en el antro.
Abrí mis ojos, pude salir de ese recuerdo. Tom se estaba acomodando entre mis piernas… ¿Y si alguien nos ve? ¿Y si Miguel se entera? No quiero que se repita lo mismo como con Alberto.
-Tom… para, por favor –Susurré colocando mis manos sobre su pecho
-¿Hice algo mal? –Preguntó haciéndose a un lado.
-No pero…
-¿No quieres? –Confundido
-No es eso, en verdad… quiero hacer el amor contigo –Musité levantándome de la cama- pero no me siento lista –No me sentía bien mintiéndole, pero creo que es lo mejor en esta ocasión.

Tom
Me quede sentando en la cama viendo a Debany vestirse. ¿Por qué es así? ¿Por qué cuando platicamos ó quiero saber algo más de su vida, trata de cambiar el tema o simplemente se queda callada? ¿Por qué cuando estábamos a punto de dar un paso importante en nuestra relación se arrepiente?
Con todo lo que ha pasado, Debany se ha vuelto insegura en sus decisiones, pero de uno u otro modo hare que vuelva a recuperar la confianza, para que vuelva a estar segura de sí misma.
-Me tengo que ir –Habló sacándome de mis pensamientos- Mañana vendré a visitarte ¿Sí?
-Sí, está bien ¿Te acompaño a la puerta?
-No es necesario, gracias -Le di un beso de despedida y Debany se retiro de la habitación…

Me di una larga y merecida ducha, cuando salí me dirigí hacia el escritorio de mi habitación y agarre a mi amigo fiel, mi celular. Al parecer tenía una llamada perdida, me extrañe porque no conocía el número… Oh mierda, ¡Otra fan consiguió mi número! Ya lo he cambiado 15 veces ¿Cómo le hacen?
Deje todo eso así y me entretuve un rato viendo la tele, escuchando música y tocando mi vieja guitarra…
-¿Hum? –Dejé mi guitarra a un lado y caminé hasta donde estaba mi televisor, era el mismo número. Hice una mueca y muy a fuerza… contesté.
-¿Sí?
-Hallo Tom, tanto tiempo sin hablar -¿¡Qué?! ¡¿Ella?! ¡Mierda, mierda y más mierda! ¿Cómo demonios me localizó esta loca?



Ya subo el otro :BB Qiiero suubir dos.... lala no se xq XDD

6 jul 2010

Cap.25 Él es la persona indicada

Tom
Al fin estaba solo. Mi mente empezó a recordar muchas cosas: estaba mortificado, no sabía si Debany había visto la entrevista.... ¡No sabía nada! De tantos pensamientos que tenía mi cabeza, sin darme cuenta, me quede dormido.
Entre sueños escuche que alguien me hablaba, -¡Que flojera! No quiero abrir mis ojos-Me quejé para mis adentros, a parte creía que era Bill y que solamente quería molestar. Sentí un cálido beso en la mejilla, mmm tal vez es mi mamá ¡Con más razón no me despierto! Un momento… siento unos labios… en los míos ¡MADRE! No, no, ella no es mi mamá; al fin logré quitarme la flojera y voltee a ver quién era.
-Debany… -Susurre sorprendido. Lentamente me levante y así pude verla mejor- ¿Qué haces aquí?
-Me trajo Bill –Me contestó con una hermosa sonrisa- Necesitaba verte
-Yo también, necesitaba saber cómo estabas –Dije preocupado- Si no te dijeron nada sobre la entrevista y…
-Tom –Me interrumpió- aunque quería verte por eso, también necesitaba platicas de otra cosa.
-¿Otra cosa? –Pregunté extrañado.
-Si –Bajando su mirada.
Me hice a un lado y la invite a que se sentará. Ella se acomodo en la cama… ahí estábamos los dos, viéndonos el uno al otro hasta que los ojos de Debany se llenaron de lagrimas.

Debany
Él, él era la persona indicada para desahogarme, para desahogar todo lo que he tenido en mi corazón y que no he podido sacar todos estos años.
-Yo…yo ya no se qué hacer –Rompiendo a llorar.
-¿Dé qué hablas? –Preguntó confundido.
-Desde que nací, mi vida ha sido un infierno: Mis padres discutían, mi padre nunca estaba en casa y cuando lo estaba lo único lo que hacía era insultarnos, humillarnos y mamá y a mí. Mi madre ya no sabía si irse de ahí o quedarse… ¿Sabes de quién fue la culpa del sufrimiento de nosotras? De Miguel, ¡él tuvo toda la culpa! Él y mi padre eran amigos, muy, muy buenos amigos, Miguel le empezó a llenar la cabeza de estupideces y el con mucho gusto se dejo, siguió los consejos que le daba, y todavía el muy descarado le echa la culpa a mi madre ¡Mi mamá! La única que en verdad me ha querido y la que me ha demostrado su apoyo en verdad. Sabes Tom, el único recuerdo que tengo de ella es un diario que me regaló, ya que cuando ella falleció Miguel me quitó todas sus fotos y las escondió o las tiro. Ese diario, para mí, es como una imagen de ella y cuando estoy escribiendo en el, siento que está a mi lado escuchándome y dándome consejos… que no puedo oír.
-Pero sabes algo, estas muy equivocada –Limpiándome las lagrimas- ¿Sabes por qué? Porqué tu madre no es la única que te quiere en verdad, también estamos Marcela y yo. Marcela desde mucho antes de que te conociera, te escucha, está contigo siempre y te adora como amiga y yo Debany, yo te amo mucho y siempre estaré contigo… siempre…
Comencé a llorar, pero ahora de felicidad. Era verdad, Marcela siempre ha estado conmigo en las buenas y en las malas, y Tom… los dos nos queremos y ninguno va dejar al otro por nada en el mundo; pero también otra persona se ha preocupado por mí, Alberto. Porque aunque éramos unos niños, nos sabíamos cuidar el uno al otro, éramos como hermanos, siempre inseparables… más que eso, él, fue mi…
Mis pensamientos se cortaron cuando sentí los labios de Tom en los míos. Nos observamos mutuamente, se veía tierno con sus rastas sueltas y esa mirada llena de confianza, ahora yo lo bese a él. Me volvía loca ese pirsin, me encantaba besarlo porque siento que no hay nadie más en este mundo: Solamente él y yo.
Tom se subió arriba de mí, seguíamos besándonos. Con una mano me tenía aferrada a él de la cintura y con la otra recorrió mi estomago hasta llegar a mi cuello

Marcela
-Bueno, ya hicimos nuestra parte –Dijo Bill y los dos sonreímos- espérame, ya regreso.
-Ok.
Me senté en el comedor y observe cada retrato que se encontraba alrededor mío de cuando Bill y Tom eran bebés, de rato volvió Bill.
-¿Lista para llevarte a tú casa? -¿A casa? Eso me sorprendió, la verdad yo quería estar con él. Me sentí mal, pero si es lo que quiere… creo que está bien.
-Eemm… si.
Salimos y el, muy caballeroso, abrió la puerta del carro. Entre y comencé a ver por la ventana, Bill arrancó y nos dirigimos a mí casa. En todo el camino no voltee a verlo, solamente esperaba llegar. En el auto había un silencio sepulcral, ni siquiera tenía encendido la radio. Pasamos por mí casa… ¿pasamos? Eso se me hizo raro ¿Él no… me iba a…?
-Bill… -Musité
-¿Si amor?
-¿No me ibas a llevar a casa? –Pregunté confundida, Bill solamente me observaba- ósea… mi casa quedó haya atrás –Señalando.
-¿En verdad creíste que te iba a llevar a tu casa? –Preguntó con una sonrisa, yo asentí extrañada- Claro que no señorita, como dije antes… he venido a secuestrarte –Dijo malicioso. Solté carcajadas por el comentario, todo un día con él ¡Esto va a hacer genial!
Continuara***
Se vienen tantas cosas emocionantes :B, pongan mucha atención con los siguientes capitulos ;) Los amo n.n