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Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

20 nov 2011

Cap. 64 La iglesia no siempre es un refugio.



Su cuerpo cayó haciendo que poca tierra se levantará a su alrededor, adolorida, trató de ponerse de pie pero Jinxx lo impidió: aplastó su espalda para que su rostro diera contra la tierra.
— Ahora no te crees tan valiente, ¿cierto? –Le cuestionó aplastándola un poco más a lo que Ashley gritó de dolor.- Si, ¡grita! –Soltó extasiado-… amó escuchar a escorias como tu gritar… -Le confesó encajando su pie contra su espalda.
— ¡Detente! –Le suplicó entre dientes- ¡Detente, por favor!
— ¿Detenerme? –Cuestionó apartando su pie- Si, será mejor que lo haga… después de todo, cuando mueras jugaré con tu cuerpo. –Ashley, anonada, apretó su mano llevándose con ella un poco de tierra.- ¡Levántate! –Le ordenó jalando su cabello y al estar de pie, se giró bruscamente hacia él y aterrada, le lanzó la tierra al rostro a lo que Jinxx cerró sus ojos para gruñir fastidiado al sentir que Ashley se soltaba de su agarre.- Nunca entienden… nunca entienden… -Murmuró negando al ver a la chica correr bosque adentro, soltó un suspiro contó hasta diez para después, correr tras ella.
Ashley esquivaba ramas, brincaba raíces, se daba impulso con los troncos de los árboles y trataba de no mirar hacia atrás, la verdad no sabía hacia adonde se dirigía pero necesitaba encontrar a Tom como diera lugar.
— ¡Agh! –Se quejó al sentir como su espalda se golpeaba contra un tronco, Jinxx la había sometido nuevamente.
— ¡Buena idea! –Soltó sonriendo- Me divierte jugar al gato y al ratón... aunque me han dicho que no hay que jugar con la comida ya que es maleducado pero ¡qué más da! –Exclamó soltándola a lo que la chica cayó contra el piso.- Corre.
— ¿Qué? –Murmuró con su corazón latiéndole en la garganta.
— Corre, te daré una ventaja de diez minutos… corre. –Ordenó poniéndose de cuclillas a lo que Ashley automáticamente se pegó contra el árbol para mirar al hombre con temor.- ¡¿Qué no me escuchaste?! –Le escupió furioso a lo que la chica gritó y cerró sus ojos.- ¡Quiero que corras por la mierda!
— ¡¿Para qué?! –Se atrevió a preguntar aún con los ojos cerrados.
— Para divertirnos un poco. –Respondió tomándola del brazo ocasionando que cayera- ¡corre! –Volvió a ordenar. Ashley, confundida, se puso de pie y dudosa, retrocedió ¿Y qué pasa si la mata al dar la espalda, y qué pasa si es una trampa…?- Si no corres ya… el juego termina. –Ashley corrió.
Trampa o no, tenía que alejarse de él ya ¿podía perderle el rastro? Esperaba que sí. La chica podía sentir como sus piernas se iban adormilando del cansancio, nunca en su vida había corrido de tal manera, pero no se detuvo, no debía. Su pecho le ardía y un horrible dolor se le hizo presente en el costado de su estómago, ya se encontraba cansada pero aún no se había alejado lo demasiado para detenerse…
— ¿Una iglesia? –Se cuestionó a ella misma al ver una vieja estructura casi destruida frente a su camino, era una iglesia hecha a la antigua con una cruz de madera en el techo de forma triangular. Desesperada, miró a su alrededor… tal vez, esa iglesia podía servir de refugio por unas buenas horas… o tal vez no. Su cuerpo se giró bruscamente al escuchar las hojas bailar después de recibir una fresca brisa y sin darse cuenta, caminaba hacia aquella estructura: debía refugiarse en algún sitio.
Puerta, en aquél lugar no existía más y al entrar se dio cuenta de que tampoco había techo: todo el demacrado lugar estaba iluminado gracias a la luna. Sólo había siete bancas de madera intactas, las demás estaban destruidas, volteadas, debajo de las enormes ventanas o simplemente desacomodadas un poco de su lugar de origen, el altar estaba lleno de polvo y no existía absolutamente nada arriba de aquella vieja mesa que solo la acobija un demacrado mantel blanco, lo único que seguía intacto era el Cristo crucificado sobre el altar –aunque la imagen estaba llena de polvo-.
Ashley, caminó con cuidado y al sentir como el piso rechinaba contra sus pies cambió de dirección tratando de buscar dónde esconderse. Se detuvo al estar frente aquella imagen religiosa y siguió la mirada de aquél Cristo percatándose de que un pequeño manto cubría una pequeña parte de la pared, curiosa, se acercó hasta él y lo quitó dejando ver una mediana puerta la cual abrió: en ella se encontraban dos copas tiradas cubierta de polvo y a lado, vino; se mordió su labio inferior y dispuesta, entró en aquél pequeño sitio en el cual, se encontraba apretada, más era un buen escondite y tal vez, podía permanecer ahí hasta el amanecer.
— Tom… Tom por favor… ven. –Suplicó viendo a través de una rendija el interior de la demacrada iglesia que se encontraba en calma… si, todo estaba tranquilo… demasiado.
— ¡Hora de salir Ashley! –La chica se tapó su boca ante el repentino aparecimiento de Jinxx ¿cómo mierda la encontró tan rápido?- Veo que eres una inútil, ni si quiera porque te di diez minutos de ventaja pudiste huir… ¡sal! –Le ordenó cargando una banca y aventándola lejos. La chica se estremeció ante el estruendo que se escuchó en el momento en que la banca tocó la pared… se volvió completamente añicos.- Mh… ¿con qué ahora quieres jugar a las escondidas, eh? De acuerdo, juguemos… -Las pisadas se escuchaban en toda la habitación ocasionando que el cuerpo de la chica temblara ante la frustración-… ¡estás aquí! –Gritó deshaciendo un bulto de escombros-… vaya, admito que sabes esconderte, mm… veamos… ¡aquí estás! –Exclamó destruyendo la mesa del altar. Jinxx, rugió por lo bajo, ella estaba ahí ¡sentía su maldita energía! ¿Entonces por qué no puede…?- La respuesta está… frente los ojos del “Señor” –Soltó dando una retorcida sonrisa al ver la mirada del Cristo.
Ashley se quitó las manos de su boca al no escuchar absolutamente nada, ¿funcionó? ¿Jinxx se fue?
— ¡Ah! –Gritó fuertemente al escuchar la madera romperse. No, Jinxx no se había ido, todo lo contrario, la había encontrado y se encargaba de destruir la pared.
— ¡Oh! Con que aquí estabas. –Gritó victorioso destruyendo el escondite.
— ¡No me toques! ¡¡No me toques!! –Le ordenó desesperada tratando de apartar sus manos de ella.- ¿Qué…? –Balbuceó al no sentirlo más.
— ¡¿Cómo te atreves a ponerle tus manos encima?!
— ¿Tom? –Lo llamó estupefacta y temblando, salió al fin del pequeño cuarto.- ¡Tom! –Gritó al confirmar su presencia.
Tom luchaba contra Jinxx destruyendo lo poco que quedaba del sagrado altar; Jinxx atacó continuamente el cuello del de trenzas sin existo, Tom logró detenerlo y tomó su quijada con fuerza.
— Por fin cerrarás tu puta boca. –Aseguró destruyendo su mandíbula y sin perder más tiempo, mordió su cuello despedazando gran parte de él.
Ashley, sólo vio el cuerpo de Jinxx caer y se aterró al ver como se volvía cenizas a los pocos segundos, asustada, miró a Tom quien se encontraba lleno de la sangre de aquél demonio y pudo distinguir que sus ojos volvieron a ser rojos.
— ¿Tom?... –Su voz tembló-… Dime que me recuerdas. –Le pidió con un nudo en la garganta, el de trenzas sonrió.
— Te dije que ya no me iría.























— ¡Puto idiota! ¡Imbécil! ¡Maldito hijo de puta! –Todo en el gran salón estaba siendo destruido, Andrew no estaba contento. Furioso, se dirigió hacia el cuerpo inconsciente de su hermano y cruelmente estiró su cabello para levantar su rostro.- Mataste a mi mejor discípulo pero yo mataré a nuestro hermano. –Y dicho esto, azotó el rostro de Bill contra el piso.



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Actualizo rápido(: El sueño me volvió a vencer xd ¡gracias por sus comentarios y por tomarse su tiempo para leer esta humilde historia c':!


2 comentarios:

  1. siiiiii lo matoooo...!!
    uno menos..
    pero BILl corre `peligroo...!!
    humilde..?? WTF...
    hahahah siguelaaaaaaaaa me encanat tu fic :)

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  2. ¡¿Quéeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee?!

    ¡No, que a Bill no le haga nada! ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!


    Sube pronto



    Besos!




    S.K

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