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Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

7 feb 2012

<< Capítulo uno >>



— Realmente lo siento Tom pero, ¿qué quieres que haga?
No pude evitar que los diálogos que tuve con mi mejor amigo, Andreas, llegaran a mi cabeza al acto que tomé asiento en el autobús.
— Ayúdame a encontrar un trabajo.
— ¿¡Otro?! –Soltó sorprendido.
— Si… otro.
Me corrí al asiento de al lado para que una mujer y su pequeño, creo yo, recién nacido, tomarán asiento; la señora me sonrió como agradecimiento y yo le devolví el gesto y asentí. Miré mi reflejo en la ventana y me perdí viendo los edificios, personas, carros, bicicletas, etcétera, pasar.
Andreas bufó aún anonado y se recargó en el sofá- Bueno… marqué varios en el periódico para mí, pero chécalo… tal vez te sirva. –Rápido, lo tomé y lo extendí mirando cada título encerrado con marcador rojo.
Al poner un pie fuera del escalón, el autobús arrancó a lo que yo tuve que saltar y por poco caía ya que no pise bien, pero alcancé a frenar. Miré a mi alrededor, nadie se percató de aquello así que seguí mi camino acomodando la correa de la mochila en mi hombro.
— No. No. Uh… no –negué volviendo a poner el periódico en su lugar.
— ¿Qué? ¿No te han gustado?
— Necesito el turno de noche… lo que has marcado es de día y… son una porquería –Andreas frunció el ceño.
— Adiós –una guapa chica se despidió brindándome una pícara sonrisa. Yo reí y al seguir caminando negué tratando de evitar aquél gesto. Y pensar que mi mamá me había dicho que vestirme como un ‘vago’ iba a traerme mala suerte con las mujeres, el trabajo, con la vida.
— ¿Ser la botarga de un pollo es una porquería? –Preguntó con un tono serio pero a los pocos segundos rompimos en carcajadas- Okey, lo es, pero el uniforme atrae a las chicas ¡y no me lo niegues! -Amenazó y yo hice un ademán con la cabeza, dándole toda la maldita razón- en fin, ¿de noche? –Asentí.
— En la escuela de música trabajo en la tarde, necesito otro más en la noche.
— Pensé que el suelo que ganabas… te era suficiente.
— Lo era
Después de caminar quince cuadras, llegué al subterráneo y sin ninguna gota de sudor, bendito sea que es Octubre y que el clima es ligeramente fresco. Traté de bajar las escaleras pero la multitud de personas que subían me lo impedían, pero lo logré gracias a mi idea de empujarlos para que se hicieran a un lado, cuando mis pies tocaron el piso, mi cuerpo se sintió liberado, ya nadie me aplastaba… por el momento y de nueva cuenta, me acomodé la mochila.
—… hasta que Bill… bueno…
— Ya. Lo entiendo –me interrumpió Andreas y por primera vez, se lo agradecí- ¿Y cómo que tienes en mente?
— No lo sé –le confesé sobando mi sien- estoy perdido en este tema… -Andreas hizo una mueca y bufó tomando de nueva cuenta el periódico.
— Okey, es hora de hacer mi magia –presumió hojeándolo una y otra vez. Yo reí.
— ¿Qué?
— Viniste por mi ayuda, ¿no? Pues eso es lo que haré –Finalizó dándole una hojeada más. Yo me recargué en la silla y crucé mis brazos esperando a que el ‘Todo Poderoso’, me diera una respuesta.
Todos nos tambaleamos al acto de que el vagón se movió. Como siempre, iba lleno y me tocó ir de pie, fue un poco sofocante, pero tenía que aguantar, ya faltaba poco para llegar.
Andreas rió.
— ¿Qué? ¿Qué pasa? –Le pregunté curioso y alcé mis cejas.
— Nada. Nada –Negó- O bueno... –soltó pero volvió a negar-… nada, es una tontería.
— ¡¿Qué?! –Volví a preguntar- Encontraste algo, ¿verdad? –Andreas asintió- bueno, ¿qué es? –Luego, negó.
— Es una tontería.
— Lo que sea, lo necesito –Mi amigo me vio fijamente.
Al volver nuevamente a las calles, me percaté que había llovido en aquella zona. El pavimento se encontraba completamente empapado al igual que los carros y algunas personas. — Uh… —alcé mi vista hacia el techo de lámina al sentir como una gota caía sombre mi hombro. Hice una mueca y me coloqué el gorro de mi suéter color crema por si volvía a caer la lluvia y caminé una calle más para tomar un taxi.
— Buenos días –Me saludó el taxista reiniciando el taxímetro- ¿adónde?
— A Freiburg Reede, por favor –le indiqué y el taxista mi miró extrañado y es que todos en este lugar sabía adónde llevaba esa calle.
— Lo sé una estupidez –rió Andreas y me trató de quitar el periódico más no lo logró.
— Es extraño… pero lo necesito –finalicé cerrando el periódico. Estaba decidido.
— ¿Hablas enserio? –Soltó anonado y pestañeó- ¿enserio irás por ese trabajo?
— Si. Por dios, ¿qué de difícil tiene? Además pagan bien…
El taxista alzó la mano con el dinero en señal de agradecimiento y arrancó. Yo, di un suspiro y al ver el enorme y edificio hice una mueca, era tenebroso, pero no podía renunciar no en estos momentos en los que Bill me necesita más que nunca —Hago esto por ti, hermano –Murmuré aquellas palabras que me servían de aliento y pude continuar caminando hasta esas enormes rejas negras que se encontraban semi-abiertas. Al abrirlas un poco más, las rejas rechinaron haciendo que cerrara mis ojos, aquél sonido fue irritante. — Wow —exclamé. Ellos contaban con un gran jardín.
El edificio era blanco, parecía la casa blanca de Washington D.C., no sabía que venía a cuidar al presidente de los Estados Unidos –sonreí por ese mal chiste-. Seguí el camino de concreto percatándome de que no había nadie disfrutando de la puesta del sol y me detuve al distinguir un gran jardín de girasoles que estaba un poco retirado del edificio; desde donde yo estaba, se veían geniales.
— Las horas de visitas acabaron –me atonté al no ver a nadie enfrente de mí pero al girar mi cabeza, me encontré con un guardia, de unos 50 años al menos. No lo había visto ya que su puesto de trabajo estaba en la orilla y una ventanilla lo protegía- Regresa mañana, muchacho.
— No vine a ver a nadie –le aseguré- vine por el trabajo de…
— ¿Guardia/ayudante nocturno? –Asentí. El señor me hizo mala cara y sacó un pequeño radio el cual, hizo un sonido de interferencia- Hey, Adams, avisa que ha llegado uno más por el puesto –y la interferencia se hizo otra vez- Sube por esas escaleras –las señaló con el radio en mano- y dirígete a la última puerta, suerte muchacho.
— Gracias.
Sin esperar más, subí las escaleras que estaban a dos metros de distancia y al entrar por el pasillo, me di cuenta que había dos direcciones por tomar, por ende, había dos últimas puertas. Suspiré e inspeccioné los dos pasillos.
— ¿Eres el chico que viene por el empleo?
— Eh… -balbuceé al ver al hombre de unos 27 años frente a mí con otro radio en la mano, me imagino que él ha de ser Adam-… si.
— Ve allá –me señaló hacia el pasillo de mi izquierda y yo asentí moviendo mis piernas en aquella dirección.
Director Baecker. Última puerta, toqué tres veces. — Pase —escuché e hice lo que la voz me ordenó y lo que me esperó adentro fue una oficina de un médico: diplomas colgados en su pared y hasta el lugar tenía impregnado un ligero olor a medicamento. El Director tenía cabello negro un poco canoso y llevaba bata de Doctor; al escucharme entrar, dejó de firmar papeles y se puso de pie abotonándose la bata y se acomodó sus anteojos — Buenas… -bajó la vista al reloj de su muñeca-… casi noches –soltó sorprendido y volteó a verme- Un poco tarde, ¿no cree?
— No pensé que este lugar estaba tan lejos –confesé dando una risa nerviosa.
— Bueno, si, este lugar está lejos –me dio la razón- y ¿usted es? –me cuestionó alzando sus cejas, curioso.
— ¡Oh! –Solté y torpemente estreché su mano- Tom Kaulitz –me presenté al fin.
— Un gusto, el Dr. Baecker –me informó soltando mi mano y me hizo un ademán para que tomara asiento en su silla de piel color negro- así que, ¿interesado en ser guardia nocturno? –me preguntó tomando asiento y llevó sus manos en su mentón- Dígame, tiene experiencia.
— No –confesé- pero, puede ponerme aprueba, aprendo demasiado rápido…
— ¿Cuántos años tiene? –Cerré mis ojos pesadamente.
— 18, los cumplí el primero del mes pasado –El Dr., sólo asintió, hizo eso por una eternidad, ¿por qué? Parecía que me analizaba, ¿qué tanto me ve? Nervioso, bajé mi vista hacia el escritorio mirando sus extraños adornos ¡mierda, mierda, mierda! Olvidé quitarme el arete del labio, me percaté al ver mi reflejo en un adorno de cristal. Rendido, bajé mi cabeza: mi madre siempre me hablaba de presentación al pedir trabajo y “presentación” era lo que siempre se me olvidaba.
— No tienes pinta de ser un guardia –habló al fin- parece un pandillero, sin ánimos de ofender –Recalcó el muy imbécil y se recargó en su puta silla. Eso me había molestado.
— Tal vez, pero, ¿sabe? No debe juzgar un libro por su portada, porque puede molestarse al descubrir tarde que aquél texto era interesante y único –le afirmé- y tal vez use ropa que es más grande que yo, que esté perforado y que tenga rastas en lugar de un decente cabello, pero soy un buen trabajador, sé esforzarme, sé pelear por lo que quiero y sé no rendirme. –El puto Doctor alzó una ceja y volvió apoyar su mandíbula en sus manos.
— ¿Y qué es lo que usted quiere, Señor Kaulitz? –Pasé saliva.
— A mi hermano, lo quiero devuelta.
— ¿Su hermano?
— Está en el hospital, sufrió un accidente de automóvil, chocó contra un muro –solté todo apretando mis manos.
— ¿Y cómo es que un joven pudo sufrir tal accidente? –Preguntó insinuando lo peor.
— Mi hermano sufre de la presión y esa noche, se le bajó ocasionando que se mareara y perdiera el control…
— Oh, lamento escuchar eso –Confesó mirando y desordenando sus papeles como buscando algo.
— Realmente necesito el dinero, mi familia lo necesita… ¡mi hermano más que nunca! Y cualquier cantidad ahorita será de mucha ayuda, pero bueno… creo que esta imagen no es lo que usted esperaba –le escupí poniéndome de pie- gracias de todos modos –Me despedí dando media vuelta, dispuesto a salir de ahí.
— Estará una semana en prueba, empieza mañana, ¿okey? –Me congelé al escuchar esas palabras.
— En… ¿enserio? –Pregunté atónito volteando a verlo. Asintió- mañana nos vemos.
— A las 7:30 am, ¿escuchó?
— Sí –sonreí.
— Pues… tú también eres un loco, si, ese será tu trabajo perfecto –confesó asombrado.
— Manicomio ‘Stetten Remstal’, será interesante.
Cerré aquél periódico con una chispa de esperanza en mis ojos, aquél trabajo, iba a ayudar a Bill.



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Aquí tienen el primer capítulo :3 espero & lo disfruteen*O* awwwwwwwwwwwwn muchas gracias por comentar :Z les prometo que esta novela será emocionante :3 y les iba a pedir un pequeño favor: Si quieren & pueden, recomiéndenla a las y/los Aliens que les gusten leer Fics (: se los agradecería demasiado ;D! Y ya saben, mientras la historia avance, todo tendrá más sentido <3 ; bueno, como siempre, gracias por leerme (':
Otra cosita, si les molesta leer todo junto me dicen para poner los diálogos con espacio & así sea más cómodo para ustedes <3
Pequeña nota: La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias & es un problema sólo cuando causa mareos, desmayos o, en casos extremos, shock.

4 comentarios:

  1. se pone muuuuuy interesante,sigue asi.
    ¿sabes usar el nuevo formato de fotolog?
    es que solo puedo leer medio capitulo por foto y cuando pongo el que sigue no se muy bien de que trata.

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  2. uyuyuy Tom porqe no te has caido del bus ¬¬
    hahah xd me ha gustado el primer capitulo
    así que Tom trabajara en un manicomnio *w*
    no puedo esperar a leer lo que sucedera ahí *-*
    quiero máaas amigoshaaa, me encanta como escribis

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  3. me encantoooo... siii se lee muy muy.... interesanteeee....
    amo como escribes.....!! si ahora esta algo confusoo . mientars avence sera mas entendibleee :)
    publika prontooo ..

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  4. Sí, espacios plis, xq me hice muchas bolas, pero aun así, muy bueno :)

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