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Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

11 sept 2011

Cap. 40 Trampa.

Ni siquiera espero a que se detuviera, al estar frente a la casa de la Sra. Heiffer, Ashley abrió la puerta del auto y salió corriendo hacia la entrada de la casa. Sus intentos por abrir la puerta eran en vano, estaba cerrada.

— Hazte a un lado –Le ordenó Tom apartándola de la entrada. Giró la perilla y la puerta se abrió llevándose junto con ella la mitad del marco. Ashley entró y encendió las luces llevándose la sorpresa de que los muebles de la anciana estaban cubiertos por una manta blanca y sus pertenencias no se encontraban por ningún lado.
— No puede ser –Susurró anonada.
— Ellos no estuvieron aquí –Pudo afirmar un poco desorientado en el borde de la puerta.
— Pero… pero ¡Peter estaba aquí! –Gritó desesperada- La… la Sra. Heiffer no se iba a ir hasta… -Calló de golpe.
— ¿Qué? … ¡¿hasta qué?!
— Llegaron por ella temprano –Respondió al fin y volteó a verlo.
— Pero no pudo dejar al pequeño solo.
— No –Lo acompañó con su hipótesis- Ella se fue porque hubo alguien más que llegó a cuidarlo.
— ¿Andrew? –Preguntó irónico. Ashley negó.
— Si ella no los conoce, no actúa… dejó a Peter con alguien de mi confianza y que ella también conocía –Tom se encogió de hombros- ¡Lo dejó con Ruth! –Volvió a callar de golpe y se exaltó al analizar la respuesta- ¡También tienen a Ruth! –Tom bajó su mirada, Andrew no juega con piezas de más.
— No… Andrew no necesitaba a Ruth para nada.
— ¿Quieres decir qué…? –Ladeó su cabeza ingenua y su voz se hizo frágil- La… ¿L-la mató?
— Ashley…
— ¡No! ¡No, ella no! –Gritó desesperada y salió de la casa.
No volteó a verlo y tampoco le dirigió la palabra, ella solo quería llegar a su casa. Caminó tambaleándose y avanzaba despacio, sus energías se le habían agotado y antes de dar con el suelo, Tom la sostuvo.
— Te llevaré a la cabaña, nosotros seguiremos buscando a Peter –Le avisó tomando su mano, pero ella lo apartó.
— No, yo también buscaré a Peter y… a Ruth, Tom, ella no está muerta –Le aseguró con sus ojos llorosos. Tom abrió y cerró su boca, no pudo pronunciar palabra alguna al escuchar que una persona se acercaba a ellos.
— ¿Ashley? –Preguntó una señora de por lo menos treintaicinco años. La chica débilmente alzó su mirada al verla y asintió- Oh niña, no sé cómo decirte esto pero… hubo un robo en tu casa o al menos eso es lo que se piensa.
— ¿Qué? –Exclamó y Tom la afirmó para que no volviera a dar con el piso.
— Sí, unos ladrones entraron a su casa pensando que estaba sola pero ahí se encontraba una mujer.
— ¿Una mujer? –Preguntó sorprendida.
— Sí, no sé, tal vez la mujer se defendió y los ladrones contraatacaron, se asustaron y huyeron sin poder cumplir con su objetivo. Lo bueno es que nosotros escuchamos los gritos de la joven y no dudamos en llamar a la policía y a una ambulancia –Ashley se tensó- Iba muy mal herida, los paramédicos la encontraron inconsciente… perdió demasiada sangre, tal vez es mejor que vayan a verla, la chica está en el hospital del centro –Les informó y dio media vuelta para ir a su casa, era de noche y la señora no quería arriesgarse.
— ¡Espere! –Suplicó la chica y dio un paso hacia ella- ¿Y el niño?
— ¿Niño?... ¿Qué niño?
— ¡El niño que vive en esa casa! ¡Mi hermano! –Le gritó molesta y la Señora frunció el ceño.
— Lo siento, pero ahí no había niño alguno –Y dicho esto, se fue. Ashley sollozó por lo bajo y comenzó a caminar con ayuda de Tom hasta llegar a su hogar. La chica se detuvo frente el auto que estaba estacionado en su cera.
— Ruth –Murmuró y caminó hacia el auto- Sé que lo protegiste Ruth... –Tom siguió caminando y se detuvo al ver la puerta destrozada. Sus cejas se fruncieron y pasó de ver la puerta al fondo de la casa, la cocina. Aún podía sentir la energía de Andrew, seguía plasmada en cada pared de la casa.
— ¿Cómo lograste pasar? –Preguntó entre dientes y volvió a dirigir su mirada hacia la puerta, volteó a ver el marco y sin pensarlo, lo tocó.
Andrew llegó como toda una persona normal, se detuvo frente la puerta y en lugar de tocar el timbre, optó por dar tres ligeros golpes a la puerta, no tardó mucho para que el pequeño niño la abriera.
— Andrew… Ashley no está en casa –Le avisó por lo bajo.
— ¿Enserio? Pero yo no vine a verla a ella.
— ¿A no?

— ¡No! Vine a verte a ti, quería saber si querías jugar conmigo, entonces, ¿me invitas a pasar? –Tom apartó su mano y gruñó. Entró a la casa y un poco desorientado, caminó hacia la cocina y tocó la barra.
— ¿Qué vas a hacer Ruth? –Preguntó alarmado el pequeño al ver que la chica alzaba el cuchillo hasta el cuello de Andrew.
— ¡Dije que no te acercarás! –Andrew la ignoró, siguió caminando hacia ellos.
— ¡Agh! –Andrew dio un grito desgarrador, Ruth le había encajado el cuchillo en su corazón. Peter gritó y lloró más fuerte de lo normal.
— Corre –Le ordenó Ruth tomando la mano del pequeño –Tom volteó hacia las escaleras, tocó uno de los escalones y pudo observar a Ruth y Peter correr hacia arriba. Siguió aquella imagen hasta que los vio entrar en la habitación de Ashley, se detuvo en seco al ver una enorme mancha opaca en el piso de madera, el de trenzas se colocó de cuclillas y puso su mano sobre el piso.
— Ven Peter, tenemos que salir –Insistió tomando la mano del pequeño y apresurada, abrió la puerta- Imposible –Susurró impactada.
— ¿Sabes? Tu plan hubiera funcionado a la perfección si yo ¡tuviera corazón! –Le gritó entre carcajadas y se sacó el cuchillo mostrando una gran cantidad de sangre. Ruth no pudo más y gritó completamente aterrada- Además, no puedes matar a alguien que ya está muerto, ¿no crees? –Preguntó con una sonrisa- Pero… -Meditó un momento-… ¡si puedes matar a alguien que está vivo! –El cuerpo de Ruth se paralizó, pero la fuerza de proteger a Peter hizo que aventara al pequeño lejos de ahí.
— ¡Ruth! –Gritó completamente destrozado al ver como Andrew le encajaba con furia el cuchillo en su tórax.
Tom apartó su mano al ver la última escena: Andrew huyendo con Peter. Molestó, formó un puño con su mano y golpeó el piso de madera haciendo que los pedazos saltaran de su lugar.
— Ya voy por ti Peter.
— ¿Qué le hicieron a Ruth? –Preguntó Ashley a su espalda al ver la mancha en el piso destrozado. Tom se puso de pie y la sacó de la habitación.
— Te llevaré al hospital para que estés con ella, a demás, ahí estarás a salvo…
— ¡Yo quiero ir por Peter! –Le hizo saber apartando su mano. Pero Tom la tomó por los brazos.
— Entiende ¡es peligroso!
— ¡No me importa! Es… es mi hermano –Murmuró- ¡Tengo que ir por él!
— ¡No! –Negó completamente- No te llevaré conmigo, no lo haré.
— ¡Tom él es…!
— ¡No quiero perderte! –Gritó por fin y la chica se paralizó- No te voy a arriesgar, no te voy a perder.
— No lo harás –Le aseguró acariciando su mejilla- No lo harás… -Calló por unos segundos, pero después, asintió- De acuerdo, llévame al hospital pero antes, déjame entrar al cuarto de Peter, quiero ir por algo.
— De acuerdo, te espero en el auto.
Ashley no caminó hasta ver que Tom bajara las escaleras. La chica no hizo esfuerzo alguno para abrir la puerta, con la brisa que ella misma había ocasionado, ésta se abrió sola. Ella, con miedo, entró y no pudo dar paso alguno sin caer de rodillas, ese maldito le había quitado a su hijo, pero así como ella estaba sufriendo en esos momentos, él iba a agonizar de dolor.
— Te equivocaste de familia –Murmuró entre dientes y se puso de pie para caminar a la cama de Peter, ahí, yacía el libro de su cuento favorito ‘Pinocho’. Lo levantó y se lo llevó a su pecho- Tranquilo bebé, pronto estarás conmigo otra vez –Se levantó y antes de salir de la habitación, observó su reflejo en el pequeño espejo que se encontraba arriba de una cajonera. — Tenías razón Aubrey, no fue justo lo que me hiciste –Un espantoso sonido se escuchó. Ashley había quebrado el espejo con el libro de cuentos.
La chica siguió con su mirada un papelito que salió de una de las páginas del texto y al tocar el suelo, lo recogió:
Peter y yo nos estamos divirtiendo mucho en el antiguo hospital en los límites del pueblo, pero nos falta una persona más para proseguir con el juego ¿quieres participar Ashley? Te juro que tú también te vas a divertir. Saludos, tu querido amigo Andrew.
La chica arrugó completamente el papel y lo tiró lejos, sabía donde quedaba aquél edificio abandonado, pero sabía que Tom no la iba a dejar ir.
— Perdóname, pero no puedo esperar más.
Afuera, Bill le informaba en donde se encontraba Andrew, por fin lo habían encontrado.
— Lleva a Ashley al hospital, yo iré para allá –Pero antes de partir, inquirió- No la dejes sola –Bill asintió.
— Georg y Gustav te esperan en las afueras del pueblo –Y ante este aviso, Tom corrió hasta desaparecer. Ashley al salir, vio a Bill confundida.
— ¿Dónde está Tom?
— Fue por Peter –Respondió abriendo la puerta del auto- Te llevaré al hospital.
— ¿Peter?... ¿dónde está él?
— Sube al auto rápido –Le ordenó.
— ¡Respóndeme!
— Sube al auto –Repitió y Ashley suspiró- Tranquila, el niño estará bien.
No pudieron pasar más allá de la sala de espera, Ruth aún seguía grave y había pocas esperanzas de que sobreviviera.
— Ella casi muere por proteger a Peter –Murmuró nerviosa.
— ¿Cómo sabes eso? –Preguntó Bill, quién estaba recargado en la pared fría.
— Porque ella es mi amiga –El pelinegro no preguntó más, después de todo, no le dio una buena respuesta- Disculpa, pero tengo que ir al baño –Avisó poniéndose de pie, pero se detuvo al ver que Bill la siguió- Tengo que ir sola –Recalcó. El chico solo bufó.
— Como quieras –Ashley volteó a su alrededor y tarde, se dio cuenta que esto era un hospital, con personas, y con un banco de sangre en algún lugar.
— ¿Estarás bien si te dejo aquí? –Preguntó un poco avergonzada. Bill rió.
— Fui el primero en aprender a controlarse.
— ¿Quién fue el segundo?
— Gustav –La chica hizo una mueca.
— ¿Quién fue el último?
— Tom.
— No tardo… -Dijo volviendo al tema inicial, tal vez, nunca debió preguntar eso.
En la vuelta del pasillo, se encontraban los baños, pero tres pasillos después había una salida de emergencia. La chica la abrió y al salir se percató de un punto luminoso a tan solo un metro de ahí, así que no perdió más tiempo y corrió hacia la parada de autobuses, ya estando ahí, lo único que tenía que hacer era esperar pero no por mucho ya que Bill se podía dar cuenta en cualquier momento y saldría a buscarla y sin duda, la encontraría con mucha facilidad.
Mientras tanto, Bill observaba con sumo fastidio a las personas que se encontraban en la sala de espera, a los doctores salir y entrar por diferentes puertas, a las enfermeras que reían entre ellas y a las secretarias que te atendían al llegar.
— Me pregunto que se sentirá… estar… -Se mordió el labio inferior-… enfermo. –Terminó por fin. El chico alzó la vista al reloj que se encontraba sobre las cabezas de las secretarias, Ashley ya se había tardado. Gruñó por lo bajo al no poder sentir su débil energía alrededor así que decidió ir hacia las puertas de los baños. Nada- ¡Mierda! –Maldijo por lo bajo, ella ya no estaba en el edificio. Como loco, comenzó a correr por los diferentes pasillos del hospital hasta que por fin dio con la puerta de ‘Salida de Emergencia’; acelerado, la aventó y al estar afuera se percató de la parada de autobuses. En ese momento, no le importó si alguien lo veía o no, corrió y ante el ojo humano se volvió invisible por la velocidad- ¡Agh! ¡¿Por qué no haces lo que se te ordena?! –Le preguntó a la nada, ya era tarde, Ashley ya se encontraba a kilómetros de ahí.
Ella, no se bajó hasta llegar a la última parada de aquella ruta: la estación. El chofer se levantó dispuesto a terminar aquél turno, por fin se iría a su casa después de estar toda la tarde por todo tipo de calles.
— Señorita, hasta aquí llega la ruta –Le avisó al percatarse de que le faltó un pasajero- Y ningún autobús saldrá hasta dentro de seis horas –Ashley solo exhaló.
— Ya lo sé Señor, de hecho, esta era mi parada –Y al decir esto, se puso de pie y antes de salir por la puerta trasera la voz del chofer la detuvo.
— Espero que alguien la esté esperando, en estos días es muy peligroso andar sola a estas horas de la noche y más por estos rumbos dónde no hay nada.
— Yo más que nadie lo sé… y sí, me está esperando alguien. –El chofer asintió.
— Bien, pues no me queda nada más que decirle: Buenas noches. –Ashley dio una débil sonrisa.
— Buenas noches –Le deseo bajando por fin.
Al caminar por aquel estacionamiento de autobuses, los pocos hombres que se encontraban ahí empezaron a chiflarle y a gritarle majadería y media, pero eso no fue lo que la detuvo, lo que la detuvo fue que al salir, se dio cuenta que aquella carretera no estaba iluminada en lo absoluto.
— No hay nadie aquí… sólo yo –Se dijo a sí misma y cerró sus ojos- Gerald, él… él no está aquí –Se volvió a decir y sacó su celular que, sinceramente, no le sorprendió que no tuviera señal. Volteó aquél aparató para poder utilizar la pantalla como linterna, su estúpido temor no la iba a detener- Ya voy por ti Peter –Aseguró empezando a avanzar.
Sabía muy bien donde quedaba aquél hospital ¿Por qué? Porque ella iba a ese lugar para drogarse junto con sus demás “amigos”. Ashley rió al recordarlo. Amigos, ¿cómo creyó que esa bola de imbéciles eran sus amigos? Tal vez, porque en aquél tiempo, ella pensaba que cualquier persona que le podía facilitar el acceso hacia aquél infierno era su amigo, ¿por qué pensaba así en esos tiempos? Era una tonta. A veces se ponía a pensar qué hubiera sido de su vida si no hubiera tenido a Peter ¿estaría muerta en cualquier punto de la ciudad? ¿O estaría sufriendo y agonizando por una enfermedad terminal que pudo haber agarrado de cualquier lugar? Era por eso que Peter era más que su hijo, era su razón de vivir, era su razón para no volver a recaer, era su razón para seguir en este mundo, era su todo y era por él que estaba dispuesta a enfrentarse a todo el mundo: Andrew, la mujer llamada Verónica, incluso hasta a Tom –por desobedecerlo-; también estaba dispuesta a dar su vida por la del pequeño si es que Andrew se lo proponía y si esa es la única forma en mantener a su hijo a salvo. — Lo siento Tom –Murmuró y se abrazó a sí misma- Pero primero es mi pequeño –Volvió a presionar cualquier tecla del celular para que le iluminara el camino, faltaba poco para llegar a la estructura del hospital.
¿Quién lo diría? En estos momentos podría estar en su casa, compartiendo un alegre momento con Peter, Tom y… tal vez, Ruth. Pero no es así: Peter está secuestrado, Tom fue a su auxilio y Ruth esta grave en el hospital y todo… — ¡Todo por tu culpa! –Gritó con sus ojos llorosos- ¡Si tú no me hubieras hecho esto a mí! ... ¡Si no hubieras sido tan cobarde como para librarte de esta maldición! ¡Te odio Aubrey! –Gritó adolorida y mientras seguía caminando se limpiaba las lágrimas con furia, ella no derramaría ninguna por esa cobarde pero, si Aubrey no le hubiera puesto en el mismísimo infierno, no hubiera conocido nunca a Tom y no se hubiera dado cuenta que podía enamorarse perdidamente de alguien una vez más, entonces ¿se supone que debía estar agradecida con Aubrey por ello? Y también recordó cuando la mandó a un oscuro bosque para mostrarle lo que Tom realmente era, ella no le temió a la oscuridad en aquél momento, ni siquiera tembló, Aubrey le había ahuyentado el miedo ¿¡también debía de darle las gracias?!










Ashley dejó de abrazarse al estar enfrente del edificio cuya estructura seguía intacta, había llegado al fin. En la entrada, no había puerta alguna y se podía observar como la oscuridad consumía sin piedad aquél hospital. —Yo ya no te temo –Le dijo orgullosa a la nada y entró a las penumbras.
Los flashbacks de su pasado se abalanzaron contra ella en el momento en el que puso un pie dentro, pero eso no la detuvo; se pudo ver a ella misma intoxicándose en algunos rincones, se vio a ella misma como se dejaba tocar por cualquier extraño, se vio ella misma sufrir por el dolor que sentía en sus venas al introducir en su cuerpo las diferentes sustancias de placer, pero la vez, del sufrir. La chica nunca entendió porque sus venas le dolían tanto hasta el grado de desear la muerte, nunca entendió porque era a la única que le ardía la sangre al intoxicarse pero la respuesta le llegó esta mañana: Su sangre era el más codiciado poder entre los seres de la noche.
— ¡¿Peter?! –Lo llamó a todo pulmón, pero solo ocasionó que los cuervos salieran de su escondite. Ashley automáticamente se cubrió al ver que venían directo hacia ella ya que a sus espaldas se encontraba la salida más cercana- ¡¿Peter?! –Volvió a llamarlo y se introdujo más en aquél lugar- ¡Andrew, aquí estoy! –Gritó hasta sentir su garganta arder- ¡¿No era lo que querías?!... ¡¡Andrew!!
— Vaya, eres puntual –La chica se tensó al escuchar una voz a su lado, no era Andrew, sino Purdy, el chico que portaba la cadena de estrella.
— Dame a ¡mi! Hijo –Le exigió, en ese momento, el miedo no existía. Purdy rió.
— Tú no me exiges, solo eres nuestro alimento –Le recordó con arrogancia. La chica se enfureció.
— Yo no soy eso –Repuso entre dientes.
— Si lo eres –Otra voz más a sus espaldas, el segundo seguidor de Andrew: Jinxx- Siempre lo fuiste –Ashley se volteó para verlo de frente.
— Entrégame a-mi-hijo demonio de porquería –Le exigió brindándole un golpe en su cara. Los ojos de Jinxx cambiaron a un color rojizo, su boca se ensanchó mostrando sus horribles colmillos y su cara se llenó de venas color negras.
— ¡Humano de mierda! –Rugió y la aventó contra la pared. El cuerpo de Ashley rebotó brutalmente al caer contra al piso haciendo que quedara inconsciente de inmediato.
— ¡Hey! ¡¿Qué haces?! –Preguntó Purdy deteniéndolo al ver que Jinxx estaba dispuesto a despedazarla- Ya tendrás tu oportunidad –Le recordó esbozando una sonrisa al igual que su compañero, quien regresaba nuevamente a su forma.



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Bien, mañana todos devuelta la escuela ._., supongo xd Chica/os, quiero saber ¿Qué les pareció el cambio de look de Bill? A mi la verdad me pareció bueno (: Además, viene de Bill xd, me sorprende que aún no se haya teñido el cabello de verde fosfo ._. xd, pero la razón de mi pregunta es porque ya hay varias "fans" que están asegurando que dejaran de escuchar a Tokio Hotel SOLAMENTE por el cambio de Bill ._. En mi opiníón, esas no son fans, ni siquiera grupies ._. ellas no son nada. Las verdaderas fans se quedan aun si bill se rapa, Georg se hace trenzas, Gustav se tiñe el cabello de muchos colores y si Tom decidi no sé, tatuarse la cara, porque las verdaderas fans se quedan por el talento de los cuatro chicos, no por su físico. En fin, esa es mi opinión y espero la de ustedes (: sobre todo, del capítulo! Los quiero y disfruten de la lectura.

5 comentarios:

  1. El capitulo estubo genial ;)
    Y respecto a lo chicos, Cienporciento de auerdo con tigo,pero, se que voy a sonar muy posesiva, talvez se pregunte que derecho tengo para desir esto pero lo are: Prefiero a un Tom sin Ria. Listo lo dije jaja... bienn, espero el siguiente capitulo!

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  2. Hahaha, todas preferimos a Tom sin ella, pero mientras sea feliz, ¿qué podemos hacer?, dejemos vivir feliz a ese lindo y sexy chico y ah... de lo de Bill con su cabello rubio, se ve lindo, aun así, te impacta el cambio, pero gracias a dios sigue siendo Billo<3.
    Cambiando de tema, ame el cap, ya quiero leer más jsasksja c: haha, bueno cuídate mucho y sigue impactandonos ¿si? ;)

    -Monserratth Zúñiga

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  3. Muy buen capi!

    ¿Qué va apasar con PEter? ¿Va a estar bien? ¿Síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii?


    Sube mas!




    Coincido contigo: Una fan es hasta el final, asi...Bill se case, debemos apoyarlo, yo creo q el s ha echo tantos cambios y tan drasticos que ya no deberia de sorpender. De echo, a mí me gustó, solo falta verlo de frente, pero bueno... allá ellas, que NO saben ser fans



    Sube pronto!



    Besos!




    S.K

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  4. Aii Arlette me estas matando con estos capitulos, la verdad que cada vez me gusta mas! Espero como siempre ansiosisima el proximo capitulo, ojala que no le pasa nada a Peter pero que Ashley este con Tom,y sean felices.

    Con respecto a lo otro creo que si nos gusta Tokio Hotel es por como son no solo fisicamente sino tambien por dentro, no se si no llamarlas fans o como quieran, pero no entienden que si amas a los chicos uno no tiene q guiarse por lo que usan o por si salen o tienen novias, ellos tienen vida y son dueños de ella asique mientras ellos sean felices nosotros debemos respetar sus decisiones y ser felices porque ellos lo son, esa es mi opinion!

    Gracias por el capitulo vida, espero el otro. te mando un beso!

    Andrea .

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  5. o my gossh *O* ya me leí este y el anterior y me has dejado de pelooos .____. Andrew merece que Georg lo mate ò_ó agh si ya lo odio :w que se cree de venir a tocar a Ruth y llevarse a Peter :c Y tom como siempr epensando en sexo ¬¬en esos momentos kwjdkajsd ok no:| pero ellos en el bosque e_e y la pobre de ruth protegiendo al niño :c ojala que Tom Bill Georg Gustav Kerstin Beatriz y todo el mundo llegue para salvar a peter :c y a Ashley tonta wq que no debería de haber ido sola! .-. ellos se supone que la protegerian D: estaaa todoo cuaticoo amigoshaa *______________* quiero leer mas D: no quiero que se mueran ninguno de los dos o Tom seguiira sufriendo :c ahaha tkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkm <3 y espero que hablemos luego! :D adiós

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