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Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

14 sept 2012

Yo te esperaba/ song-fic


Notas: Este one-shot surgió por un concurso de song fic de Autores de FanFics (TH) en el cuál consistía hacer una historia basada en una canción donde Gustav fuera el protagonista (debido a su cumpleaños :-D). La canción que utilicé se llama "Yo te esperaba" de Alejandra Guzman. (Si gustan escucharla hagan clic aquí). Y con este one, ¡compartí el segundo puesto con otra autora! ldfkhaskdhfkdjsgf aún no puedo creer que haya ganado un lugar, estoy muy emocionada por ello y quiero compartirlo aquí, con ustedes.
Espero que también sea de su agrado y que disfruten de la lectura y de la hermosa canción.




Para ella, toda la casa era un completo desorden y faltaba muy poco para que él llegara. Inspeccionó a su alrededor tratando de averiguar dónde iba a empezar a limpiar, sus ojos no pudieron evitar mirar esa habitación que tenía como seis meses sin ser abierta y algo muy dentro de ella le dijo que era necesario abrir aquella puerta y empezar a limpiar en ese lugar.

Al entrar sintió a su amiga, la melancolía acompañarla mientras recorría con su mirada cada rincón de esa habitación color azul lleno de pósters de bateristas famosos del rock y muchos, muchos eran de aquella banda que a ella jamás le había gustada y aseguraba que era una mala influencia para él, Metallica. Le molestaba el ruido de esa música y escucharlos, era algo de todos los días a todas horas y aun así, no se pudo acostumbrar.

—¿Qué es esto? —cuestionó al sentir que golpeaba algo debajo de la cama y con ayuda de la escoba, sacó los objetos: un par de baquetas. Con cuidado, las tomó entre sus manos, acarició y sonrió al recordar que no eran unas baquetas cualquieras ya que habían sido las primeras en la vida de él.

Suspiró. Ellos crecen tan rápido. Apenas ayer lo llevaba a sus primeras clases de batería y hoy… al parecer, el alumno había superado al maestro. Él tenía un talento especial, ella lo supo desde la primera vez que conoció su rostro, sabía que estaba destinado a ser alguien importante, alguien que estaba dispuesto a quebrantar fronteras y todo por cumplir sus sueños. Y así fue.

Dejó la escoba recargada en la pared y se acarició su vientre al estar enfrente del espejo. Recordó 24 años atrás, cuando él apenas estaba llegando. ¿A quién quería engañar? Desde que recibió la noticia, supo que él sería importante por el simple hecho de ser parte de ella. Él sería una buena persona y ella, intentaría con toda el alma ser una buena madre.

Sus labios se apretaron y entre emociones encontradas comenzó a tararear la melodía de una canción. La había escuchado en el radio cuando llegaba a su casa con ecografía en mano y estaba dispuesta a pegarla en el refrigerador. Aun recordaba la letra, la cantaba siempre cuando la tristeza de tenerlo lejos se apoderaba de ella, pero esta vez, la iba a cantar por el simple hecho de ser un día especial.

—Yo te esperaba y veía mi cuerpo crecer mientras buscaba el nombre que te di —cantaba mientras acariciaba su vientre imaginándose que nuevamente él estaba ahí, escuchándola con atención y reconociendo su cálido contacto—. En el espejo, fui la luna llena y de perfil, contigo dentro… jamás fui tan feliz.

La casa comenzaba a tener orden y al tomarse un receso después de confirmar que a la comida le faltaban un par de minutos más, volvió a tocar su vientre. Cerró sus ojos y sonrió al sentir una patadita. Claro, bien sabía que no había nada ahí pero la felicidad de sentirlo por primera vez jamás se le iba a olvidar.

—Moría por sentir tus piernecitas frágiles pateando la obscuridad de mi vientre maduro. Soñar no cuesta no y con los ojos húmedos te veía tan alto, es más, en la cima del mundo. —cantó aquel fragmento al ver sobre la pared un reconocimiento que brillaba por el oro. Él había llegado dispuesto a entregárselo. —… muerta de miedo le rogaba al cielo que te deje llegar lejos, mucho más que yo. —Era su más grande logro en su carrera y quería que ella lo tuviera, que recordara muy bien todo su esfuerzo y era una señal de agradecimiento por creer siempre en él.

Ella pudo vivir junto con él el estrés, la tristeza y el coraje de todo lo que batalló con sus amigos para que el nombre de su banda fuera reconocida y respetada. Todos los esfuerzos de aquellos niños fueron recompensados y hoy, aquella banda con un nombre extraño, para ella, eran una de las más famosas de todo el mundo. Pero aún así, siguen habiendo muchos más obstáculos. —El mundo es como es y no puedo cambiártelo, pero siempre te seguiré… para darte una mano.

Tal vez no estaba con él físicamente en cada entrega de premios, conciertos y entrevistas pero lo acompañaba en su corazón, lo sabía y él mismo se lo había dejado en claro. “Nunca dejo de pensar en ti mamá. Siempre, de alguna manera, siento que estás a un lado mío, acariciando mi hombro para darme fuerzas cuando anuncian los nominados de unos premios y cuando nos nombran ganadores, eres la primera en darme el abrazo.”

Se limpió la pequeña lágrima que se le logró escapar. Había pasado mucho tiempo, pero por fin, su hijo volvía a casa para festejar junto con ella y toda la familia su cumpleaños número 24. Aquel pequeño que se creía baterista porque tocaba sin permiso todos los sartenes de la cocina, que anhelaba ser como su ídolo: Lars Ulrich. Aquel niño que nunca se despegaba de su lado y ahora tenerlo cerca es una bendición.

Estaba orgullosa de su niño que si bien es todo un hombre, Gustav, su hijo, siempre será su bebé, su hijo: el que hizo hasta lo imposible para llegar lejos, el que cumplió sus sueños.

Escuchó que un auto se aparcaba enfrente de su casa y pudo reconocer de quién se trataba. Miró una vez más el letrero que se había tardado una semana en hacer, todo estaba listo.

—Yo te esperaba y en el espejo te miraba mientras ya te amaba.

“Bienvenido a casa, Gustav”

2 comentarios:

  1. Me enxantoo esta hermosoo.. Muy lindooo felicitaciones tu siempre escribiendo hermosoo.. XDD bye ..
    Pubica prontoo bye ;-)

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    1. ¡Gracias! *-* dklfhdskjlgf ya subí nuevo capítulo de FOI :D

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