Miguel
Comenzó a moverse para que yo la soltara. Sostuve sus brazos y la empuje hacia la pared. Acaricie su suave mejilla, ella temblaba –Sonreí al sentirlo- Acerque su cabello a mi rostro, su aroma era perfecto, fui recorriendo su cuello con mis labios hasta llegar a su boca, ella seguía resistiéndose -Como me encantaba cuando se ponía nerviosa- Ahí estábamos, frente a frente. Fui bajando mis manos hacia su cadera y fui levantando su blusa…
-¡No! –Dio un grito ahogado y se corrió- Quítame las manos de encima, ¡Suéltame, aléjate de mí! –Sollozaba mientras seguía luchando. Rompió a llorar. Me encantaba verla llorar, hace que me guste más- ¡QUITATE! –Volvió a gritar mientras soltaba sollozos cada vez más fuertes.
-Shh –Colocando mi dedo índice sobre sus labios- No pasará nada…
Debany.
No. No. No ¡No! Quiero que se quite ¡que no me toque! Pero no puedo quitármelo, está más pesado que yo. Mis muñecas comenzaban a dolerme ya que Miguel me apretaba cada vez más…
Ring…Ring… ¿Su celular? Ring… ring… Sonó una y otra vez. Sentí que Miguel me iba soltando poco a poco, decidió contestar su celular
-¡¿Qué?! –Gritó molesto. Yo me recargué lo más que pude a la pared. No me podía mover, mis pies no reaccionaban a mis órdenes- ¿Y a mí que me importa si ya llegaste a tu casa Ernesto?... ¿Lo hiciste? –Preguntó sorprendido- ¿Y qué pasó? –Volteó a verme, yo solamente cerré mis ojos. Los volví a abrir y Miguel ya no estaba en mi habitación.
Me quedé inmóvil, callada mientras observaba cada rincón de mi cuarto. Me deje caer al piso y cuando llegue a él, rompí a llorar. Me encontraba completamente asustada, no sabía qué hacer ¿Y si regresaba?... Rápidamente corrí hacia la puerta y la cerré. Recargué mi frente en la puerta, mi corazón latía con fuerza, todavía no me podía tranquilizar. Me di cuenta que a lado mío estaba un poster donde solamente salía Tom; me agache a recogerlo y lo abracé con todas mis fuerzas. Hice a un lado los demás posters y me acosté en el piso sin soltar la imagen de Tom, y me puse a llorar en silencio.
Tom
Nos encontrábamos viendo unas películas y una que otra vez le aventaba una palomita a Georg en su cabezota.
-Bueno Tom –Levantándose del sillón- Me tengo que ir, ¡Descansa mucho! –Habló Gustav dándole una palmadita a mi espalda. Solamente quedamos Georg y yo. El muy raro se me quedo viendo así que yo hice lo mismo.
-¿Qué? ¿Te gusto o qué?
-Ni que tuvieras tanta suerte.
-Tengo más suerte que tú.
-Si, qué bueno que lo creas –Los dos reímos. Agarro mi celular, ya que estaba al lado del sillón y volteo a verme extrañado.
-6 llamadas perdidas.
-Ah… mierda –Y tire mi cabeza hacia atrás. Sabía muy bien de quien era.
-No te dejara en paz Tom –Me dio mi celular ya que volvió a sonar. Hice una mueca y me acomode mi gorra. Tomé el celular y contesté.
Conversación telefónica.
-¿Qué quieres?
-Pedirte perdón.
-Como que ya es muy tarde ¿no?
-No Tom, no lo es.
-Aunque me pidas perdón, ni creas que me acostare contigo –Dije fastidiado.
-Lo sé Tom, lo pensé mucho y creo que es mejor terminar como amigos…
Fin de la conversación telefónica
Comenzó a moverse para que yo la soltara. Sostuve sus brazos y la empuje hacia la pared. Acaricie su suave mejilla, ella temblaba –Sonreí al sentirlo- Acerque su cabello a mi rostro, su aroma era perfecto, fui recorriendo su cuello con mis labios hasta llegar a su boca, ella seguía resistiéndose -Como me encantaba cuando se ponía nerviosa- Ahí estábamos, frente a frente. Fui bajando mis manos hacia su cadera y fui levantando su blusa…
-¡No! –Dio un grito ahogado y se corrió- Quítame las manos de encima, ¡Suéltame, aléjate de mí! –Sollozaba mientras seguía luchando. Rompió a llorar. Me encantaba verla llorar, hace que me guste más- ¡QUITATE! –Volvió a gritar mientras soltaba sollozos cada vez más fuertes.
-Shh –Colocando mi dedo índice sobre sus labios- No pasará nada…
Debany.
No. No. No ¡No! Quiero que se quite ¡que no me toque! Pero no puedo quitármelo, está más pesado que yo. Mis muñecas comenzaban a dolerme ya que Miguel me apretaba cada vez más…
Ring…Ring… ¿Su celular? Ring… ring… Sonó una y otra vez. Sentí que Miguel me iba soltando poco a poco, decidió contestar su celular
-¡¿Qué?! –Gritó molesto. Yo me recargué lo más que pude a la pared. No me podía mover, mis pies no reaccionaban a mis órdenes- ¿Y a mí que me importa si ya llegaste a tu casa Ernesto?... ¿Lo hiciste? –Preguntó sorprendido- ¿Y qué pasó? –Volteó a verme, yo solamente cerré mis ojos. Los volví a abrir y Miguel ya no estaba en mi habitación.
Me quedé inmóvil, callada mientras observaba cada rincón de mi cuarto. Me deje caer al piso y cuando llegue a él, rompí a llorar. Me encontraba completamente asustada, no sabía qué hacer ¿Y si regresaba?... Rápidamente corrí hacia la puerta y la cerré. Recargué mi frente en la puerta, mi corazón latía con fuerza, todavía no me podía tranquilizar. Me di cuenta que a lado mío estaba un poster donde solamente salía Tom; me agache a recogerlo y lo abracé con todas mis fuerzas. Hice a un lado los demás posters y me acosté en el piso sin soltar la imagen de Tom, y me puse a llorar en silencio.
Tom
Nos encontrábamos viendo unas películas y una que otra vez le aventaba una palomita a Georg en su cabezota.
-Bueno Tom –Levantándose del sillón- Me tengo que ir, ¡Descansa mucho! –Habló Gustav dándole una palmadita a mi espalda. Solamente quedamos Georg y yo. El muy raro se me quedo viendo así que yo hice lo mismo.
-¿Qué? ¿Te gusto o qué?
-Ni que tuvieras tanta suerte.
-Tengo más suerte que tú.
-Si, qué bueno que lo creas –Los dos reímos. Agarro mi celular, ya que estaba al lado del sillón y volteo a verme extrañado.
-6 llamadas perdidas.
-Ah… mierda –Y tire mi cabeza hacia atrás. Sabía muy bien de quien era.
-No te dejara en paz Tom –Me dio mi celular ya que volvió a sonar. Hice una mueca y me acomode mi gorra. Tomé el celular y contesté.
Conversación telefónica.
-¿Qué quieres?
-Pedirte perdón.
-Como que ya es muy tarde ¿no?
-No Tom, no lo es.
-Aunque me pidas perdón, ni creas que me acostare contigo –Dije fastidiado.
-Lo sé Tom, lo pensé mucho y creo que es mejor terminar como amigos…
Fin de la conversación telefónica
O una de dos: O me colgó o se cortó la llamada.
-¿Y qué te dijo?
-‘Perdón’ –Le contesté viendo aún mi celular.
-Bueno pues –Levantándose- Algo es algo, ¿no? Me voy que es tarde ¡Y! Me quiero dormir -¿Cuándo no quiere dormir?
-Jaja está bien.
-Cuídate –Golpeándome el hombro.
-Igual –Aventándole una almohada- no te vayan a robar
Me encerré en mi habitación y le marque a Debany como 10 veces, ¿Porqué no contesta? Le volví a marcar y al fin me contestó.
-Debany… ¿Debany?... ¿bueno?
-Hola rastoso ¿Con qué tú eres el gran guitarrista de Tokio Hotel y el gran amor de Debany, verdad?.. Ja-ja… Te has metido con la chica equivocada –Completamente molesto.
-¿Y qué te dijo?
-‘Perdón’ –Le contesté viendo aún mi celular.
-Bueno pues –Levantándose- Algo es algo, ¿no? Me voy que es tarde ¡Y! Me quiero dormir -¿Cuándo no quiere dormir?
-Jaja está bien.
-Cuídate –Golpeándome el hombro.
-Igual –Aventándole una almohada- no te vayan a robar
Me encerré en mi habitación y le marque a Debany como 10 veces, ¿Porqué no contesta? Le volví a marcar y al fin me contestó.
-Debany… ¿Debany?... ¿bueno?
-Hola rastoso ¿Con qué tú eres el gran guitarrista de Tokio Hotel y el gran amor de Debany, verdad?.. Ja-ja… Te has metido con la chica equivocada –Completamente molesto.
Continuara :]!
Deequuee creo yo ya acabare mi Fic Pain Of Love & ahorita estoi escribiendo OTRA :B ya tengo mas o menos dq trata (: cuando acabe la 1 temporada de by your side, subire un pedazito de Pain Of Love e.é los qiiero n.n
comenteen :$$ :A
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