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Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

2 mar 2012

<< Capítulo seis >>

Apuntaba la luz hacia las pequeñas ventanas de las puertas para asegurar que los pacientes estaban en sus camas, durmiendo, tranquilos; lo único que se escuchaba en aquél pasillo era el eco de sus pasos y la fuerte lluvia que atacaba el viejo edificio. Tom, llegó a pensar que la tormenta podía llegar al punto de derrumbar la estructura del demacrado hospital al escuchar de zonas desconocidas crujidos.


... 1005, 1006, 1007, 1008, 1009, 1010 — ¿Uh? –Murmuró deteniendo sus pasos. Giró su cuerpo para regresarse a la habitación con el número 1010, algo no estaba bien. Volvió a apuntar la linterna hacia la pequeña ventanilla: no había nadie en la cama. Confundido, frunció el ceño y se acercó un poco más a la puerta haciendo que la linterna iluminara un poco más la habitación que se encontraba del otro lado: nada, aquél paciente no se veía por ningún lado. Tom, un poco desesperado al pensar que tal vez se llegó a escapar, pegó su rostro a la ventanilla y dejó un poco de espacio para su linterna: veía toda la habitación, todo estaba en orden, todo…

— ¡Buuu! —El desalmado gritó apareciendo de pronto frente a la ventanilla y como respuesta:

— ¡Ahh! — Obtuvo el grito del guardia en turno, casi se le sale el corazón y a causa de esa broma, la linterna cayó al suelo haciendo que quedaran por un momento a oscuras- ¡hijo de puta! –gritó furioso recogiendo su linterna y refunfuñó entre dientes al escuchar las risas sin control del loco.

— Lo asusté, lo asusté, lo asusté, lo asusté –decía una y otra vez contra sus manos que cubrían su boca.

— Si, lo hiciste –murmuró furioso Tom volviendo apuntar la linterna hacia la ventanilla y ahí pudo darse cuenta de la manera de moverse de aquél paciente: era como ansioso, se movía constantemente de atrás para adelante y no paraba de reír, era un hombre de unos 36 años aproximadamente, cabello largo color negro y se le veía desordenado y sucio, su complexión era delgada, se notaba que era frágil… pero para Tom, era un vil hijo de puta —Vuelve a la cama, ahora –le ordenó y no se despegó de su lugar hasta asegurar que el paciente caminaba hacia su lecho y al ver que se había acostado, siguió con su recorrido aunque era un poco difícil ya que aún escuchaba sus latidos en sus oídos y además, las manos le temblaban; el paciente, al parecer, se había escondido debajo de la ventanilla.

Inhala, exhala, continua. Fue lo que hizo para poder calmarse y al fin, logró apuntar la luz hacia las demás habitaciones: 1011, 1012, 1013… 1014 — Mierda –Soltó sin más. Kimberly tampoco estaba en su cama, ¿ella también iba a asustarlo? Pasó saliva, ella, en especial era su responsabilidad. — ¿Kimberly? –Le habló apuntando la luz hacia su pequeña habitación- Hey… ¿Kim?

Un golpe se escuchó dentro de la habitación — ¡Kimberly! –Se exaltó y de inmediato, sacó las llaves para abrir la habitación lo más rápido posible —Agh –se quejó por lo bajo, demasiadas llaves y todas parecidas pero al fin, encontró la indicada.

Sin perder más tiempo, empujó la pesada puerta y entró a la habitación apuntando a todos lados con la linterna y se detuvo en aquella pequeña habitación que yacía escondida detrás de la puerta de metal.

— ¿Qué haces aquí? –Preguntó molesta Kim saliendo de aquél diminuto cuarto- ¿por qué entras así? ¡Y sin avisar! –Le reclamó brindándole una mirada desafiante.

— Yo… -las palabras de Tom se habían ido al toparse con la sorpresiva actitud de la chica. Rendido, bajó su linterna.

— ¿Tu qué? –El chico sacudió su cabeza.

— Te llamé, dos veces y luego, escuché un golpe y eso, para mí, es la señal para entrar a la habitación- ¿por qué no estás durmiendo? –La chica enmudeció y sus hombros se destensaron.

— Porque estaba en el baño –respondió fríamente sintiendo un poco de vergüenza ante la respuesta y Tom… él sólo se enderezó.

— ¿Baño?

— Si, este pequeño cuarto, es un simple baño –repitió sintiéndose completamente incómoda.

— Oh… -exclamó el guardia acomodando un poco las ideas, pero inmediatamente, volvió a fruncir el ceño- ¿y aquél golpe que escuché?

— ¿Golpe? –La chica rió- debió de haber sido tu imaginación.

— Aun así, voy a inspeccionar… -le informó levantando su brazo con la linterna- si no te molesta, quiero que te hagas un lado –Kimberly bufó.

— Adelante.

El chico asomó su cabeza hacia el cuarto del… “baño”: sólo un retrete y un pobre lavamanos se encontraban presentes. Paseó la luz por cada rincón del baño, nada. Todo estaba en orden… al parecer, si había sido su imaginación.

— Primer día, y ya me volví loco –susurró.

— Se fue la luz, ¿verdad? –cuestionó clavando su mirada en la linterna. Tom asintió- en este hospital nada de esto es novedad.

— Creo que… es mejor irme acostumbrando, ¿cierto? –Preguntó dando una sonrisa.

— Así es… y también a acostumbrarte de las bromas del #1010, le gusta asustar –advirtió y Tom bufó.

— Me lo dices un poco tarde –la chica abrió sus ojos sorprendida.

— Por lo que veo, no tuviste un primer día de trabajo, pero descuida, mejorará.

— Eso espero… -murmuró con esperanza mirando el piso.

Kimberly sonrió al saber que Tom no vería aquel gesto, aquél chico no tenía pinta de ser alguien malo, sólo un poco… tonto.

<<—Tom- >> Kimberly se alarmó al escucharlo y volteó a verlo de golpe: por favor no lo toques, por favor no lo toques, por favor… demasiado tarde, lo había hecho.

Tom, inocente en aquella escena, volteó hacia su brazo al sentir un pequeño cosquilleo así que pasó su mano para calmar aquella sensación.

— Uhm, bueno... te dejo dormir.

— Si, si –respondió torpemente- es mejor que… te vayas.

— Descansa Kim –le deseó saliendo de la habitación y al estar fuera, le sonrió a la chica a través de la ventanilla y decidido, continuó con el recorrido para salir de ahí de una vez por todas.

*

— No lo vuelvas a hacer –suplicó regresando al baño.

— Lo siento, no pensé que sentiría eso –se disculpó deteniéndose en la puerta, <<él>> vio como la chica se agachaba para recoger algo detrás del retrete: era una llave de aquél lavamanos- así como tampoco sabía que podía tirarlo.

— Creo que tienes mucha fuerza… y la controlas mediante tus emociones –concluyó poniéndose de pie- al igual que todos –murmuró.

— Lo siento Kim, no volverá a suceder.

— Sólo te pido que… te controles al escucharlo o verlo, es demasiado pronto para que sepa lo que quieres.

— ¿Enserio me ayudarás? –Preguntó anonado. La chica dio un suspiro.

— Como te dije… haré lo que pueda.

 
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Viernecito de capítulo porque el domingo no subí c: y se los debía <3 sinceramente, no estuve agusto toda la semana porque debía capítulo y sentía una gran deuda :| así que aquí está y espero que lo disfruten c: gracias por ser pacientes, los quiero <3

1 comentario:

  1. ¿El que está con ella, de pura casualidad... no es Bill, que está algo así como en coma?... Creo que ya me viajé muy feo, pero bueno, tenía curiosidad sobre eso :)

    Muy bueno!

    sube pronto!

    Besos!

    S.K

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