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Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

4 ago 2011

Cap. 25 Complicado mensaje

— Oh, me tengo que ir –Inquirió al ver por la ventana de la sala que ya había anochecido.

— ¿Enserio te tienes que ir? –Preguntaron Ashley y Peter al unísono. La chica carraspeó un poco la garganta y se acomodó su cabello.
— Digo… no avanzamos nada con la tarea –Trató de sepultar aquella pregunta.
— Bueno, el lunes vuelvo a venir ¿les parece?
— Si, eso estaría bien –Respondió la chica dando una sonrisa.
— Bien, entonces los veo el lunes –Y dicho esto se puso de pie- Tal vez mañana me doy la vuelta por la cafetería, hace mucho que no voy ahí.
— Te guardaré tu café de siempre –Le aseguró y Tom solo dio una incómoda sonrisa y asintió.
— Nos vemos.
Ashley soltó un suspiro cuando la puerta se cerró al fin, al parecer Tom ya se encontraba mucho mejor y eso la dejaba tranquila, realmente le había preocupado el estado del de trenzas.
Este viernes, había sido el mejor de todos: convivió con Andrew y el resto de la tarde se la pasó con Tom y su hijo en su casa y al parecer, Peter también se la había pasado de maravilla con los dos muchachos.
— Me cayó bien Andrew –Musitó Peter- pero me agrada más Tom –Dijo con una sonrisa, Ashley rió.
— Si, a mí también pequeño… –Y al pronunciar esas palabras, la sonrisa se fue borrando poco a poco de su rostro: Andrew podía ser un perfecto amigo, pero de alguna manera, no se comparaba con Tom, había algo más en este chico que le brindaba más confianza y comodidad pero no podía explicar qué-… a mí también. -Peter dio un pequeño bostezo y se restregó sus ojos con su manita, aún estaba cansado- Ven, es hora de ir a dormir –Avisó tomándolo de la mano pero se detuvo en seco al ver la puerta principal- Adelántate Peter, ya subo –El niño asintió.
Ashley caminó hacia la puerta y aseguró de que estuviera bien cerrada, trabó todas las ventanas y echó un vistazo al patio trasero recordando lo que le había dicho Andrew:
—…En una de esas, y comienzan a atacar en los hogares -Después de todo, no estaba mal tomar precauciones.
Cuando entró a la habitación de Peter se percató de que el niño ya estaba dormido, ella solo dio una pequeña sonrisa y le besó su frente.
— Fue un gran día para ti ¿verdad?... Descansa mi vida –Dio un pequeño suspiro y cerró con cuidado la puerta para no hacer ruido.
Al entrar a su habitación inmediatamente encendió la pequeña lámpara brindando la luz que necesitaba para poder estar tranquila, abrió sus cajones sacando su pijama y fue al baño para poder cambiarse. Al salir, caminó lentamente hacia su cama y se sentó, a su cabeza, se le vino el recuerdo de cuando estuvo con Tom en el pasillo de la universidad viéndolo llorar, viendo como ese muro de fortaleza se derrumbaba demostrando que era igual de débil que todos y después se dio cuenta de que él ya se encontraba más tranquilo en su segundo encuentro ¿su plática realmente lo había ayudado? ¿Finalmente Ashley había hecho algo bueno por alguien más? ¿Por fin podía llamarse ‘amiga’? Al parecer sí, y por lo visto, Tom se había convertido en su mejor amigo.
Bostezó. El sueño por fin le había ganado, también había sido un largo día para ella.

No había nada a mi alrededor, solo éramos mi reflejo y yo. Bufé, mi reflejo también lo hizo; me acomodé mi cabello, mi reflejo lo arremedó; Mi reflejo rió y yo… espera ¿qué? ¿Mi reflejo rió?
— Esto es divertido –Dijo volviendo a reír. Mi cuerpo tembló automáticamente ¿cómo podía ser posible? Insegura, extendí mi brazo acercándome lentamente a lo que tenía enfrente temiendo a lo que podía sentir- Eso da cosquillas –Me avisó apartando mi dedo de su nariz.
— E…ere...s re…real –Tartamudee tomando mi brazo. Mi agitada respiración fue disminuyendo, por alguna razón, el miedo iba desapareciendo.
— Lo fui, alguna vez –Dijo bajando su mirada, yo la miré confundida.
— ¿Por qué te pareces a mí? –Pregunté al entender que estaba enfrente de una persona.
— Yo no me parezco a ti, tú te pareces a mí –Me respondió tomando mi mano, yo me estremecí.
— No entiendo –Confesé comenzando a desesperarme.
— Realmente perdóname, no quise que pasaras por esto pero… alguien debía tomar mi lugar –Dijo viéndome avergonzada.
— ¿¡De qué hablas?! –Grité soltándome de su agarre.
— Tú estás aquí porque yo te elegí, te pareces a mí porque yo lo desee, Ashley, tú eres la única persona que puede terminar con esto de una vez por todas –Su voz seguía calmada, pero lograba ver desesperación en sus ojos- Te elegí porque sé que eres fuerte, y sobre todo, porque sé que te mereces a él.
— ¿Terminar qué? –Pregunté en susurro y callé por un momento- ¿Y merecer a quién? ¡Dime! –Le ordené entre dientes. Ella no respondió.
— Es el trabajo de él decírtelo, no mío, perdón.
— Nada de esto tiene sentido… -Murmuré negando con la cabeza- ¿Qué haces? –Pregunté exaltada al ver que sacaba una navaja de la bolsa del pantalón- ¡No, espera! –Callé de golpe al ver que se cortaba la palma de su mano- Ah… -Solté un quejido al sentir un ardor en la mía. Levanté mi mano y abrí mis ojos sorprendida al ver su herida plasmada conmigo.
— Todo empezó por esto –Dijo viendo su mano ensangrentada- Todo nuestro sufrir empezó por esto… Volteó a verme de golpe-… no dejes que ellos la tomen.
— ¿Ellos? –Pregunté por lo bajo.
— Si lo permites, se harán invencibles y eso significa una cosa: perdición –Miré la palma de mi mano que ya se encontraba totalmente roja por el líquido que salía de la herida ¿Ella acaso hablaba de mi sangre?- Todo este tiempo te estuve protegiendo y procurando de que no te enteraras sobre la maldición que yo te herede ya que esperaba su regreso… -Abrí y cerré la boca, quise hablar pero supe que sería en vano-… con él estás a salvo, él te protegerá. Ashley, llegó el momento de que sepas quien eres en verdad y de lo importante que es lo que se encuentra corriendo por tus venas –Me tensé completamente al escucharla decir todo esto, la verdad no comprendía nada, para empezar, ¿Quién era ella? Mi refle… la chica, bajó su mirada y cerró sus ojos dando un suspiro- Y por favor, cuídalo mucho.
— ¿A quién? –Por fin mis palabras fluyeron. Ella levantó su rostro y me miró a los ojos.
— A Tom.

Sus ojos se encontraban completamente dilatados, estaba empapada de sudor frío, respiraba como si no lo hubiese hecho por horas, su cuerpo no dejaba de temblar y estaba demasiado segura de que si hablaba, el corazón se le saldría por la boca ¿Qué diablos fue aquella pesadilla? Volteó hacia el espejo que tenía en su peinador y al verse reflejada recordó aquél incidente en el baño de la Universidad: Lo que se le había aparecido, era la misma chica solo que… un poco más tranquila.
— ¿Me estoy volviendo loca? –Preguntó en susurro con un nudo en su garganta y abrazó sus piernas tratando de calmarse- Me estoy volviendo loca –Está vez no fue pregunta y las lágrimas comenzaban a rondar por sus mejillas.























No quería levantar su mirada, tenía miedo de verse reflejada en el cristal de la cafetera ¿y si se le vuelve a aparecer? Dios, ella no era una alucinación, un invento de su mente al estar cansada, era real, demasiado real para su gusto. Aún así no comprendió lo que quiere de ella y lo que quiere que haga, para empezar ¿Por qué ella? ¿Por qué se le aparece a ella? ¿Acaso la asesinaron injustamente y quiere que Ashley vengue su muerte? ¡No, que idea tan más estúpida!
“— Todo empezó por esto –Dijo viendo su mano ensangrentada- Todo nuestro sufrir empezó por esto… -Volteó a verme de golpe-… no dejes que ellos la tomen.” –Hablaba de su sangre. Ashley fijó su mirada en las venas de su muñeca derecha y tragó saliva ¿Qué es lo que tiene su sangre? ... ¿Quiénes la quieren tomar? Y más importante ¿Por qué? Un dolor de cabeza fue lo único que se le presentó como respuesta, no tenía una idea congruente en esos momentos, ni siquiera podía pensar, estaba aterrada.
— Hey amiga, ¿qué tienes? –La cálida mano de Ruth en su espalda logró estremecerla y que saliera un por un momento de sus pensamientos.
— No me… no me siento bien –Respondió con un hilo de voz.
— Y no te ves bien –Añadió acercando una silla de una mesa que estaba vacía. Ashley tomó asiento bajando su cabeza para dejar que la cortina de cabello cubriera su rostro y apretó fuertemente sus rodillas ante la desesperación que sentía. Ruth la miró preocupada, su amiga solo se ponía en ese estado cuando su cuerpo le suplicaba más droga, pero sabía que eso era imposible, Ashley había dejado de consumir desde hace mucho, entonces, ¿qué la tiene en ese estado?- ¿Qué te pasa Ashley? –Preguntó hincándose enfrente de ella.
— Tengo miedo –Respondió en susurro, Ruth muy apenas pudo escucharla.
— ¿Miedo? ¿A qué? –Preguntó tomando su mano.
— A que me lastime –Ante esa respuesta, Ruth se tensó.
— ¿Quién te quiere lastimar? –Cuestionó con dificultad. Ashley calló por un momento y Ruth pudo apreciar que su labio tembló.
— Ella –Respondió con un chillido, su amiga tenía una mirada pérdida, prácticamente Ashley estaba divagando- Ella nunca fue una alucinación… –Ruth frunció sus cejas-… es real.
— Ashley… por favor, trata de… trata de ser más clara –Le suplicó tomándola de las dos manos- Okey, dime… ¿Quién-es-‘Ella’?
Ashley no contestó, su mente la había regresado a aquella pesadilla. Nada en la chica podía estar tranquila, necesitaba saber más pero a la vez tenía miedo de que ‘Ella’ se le apareciera de nuevo, no quería que le hiciera nada malo pero si no descubría lo que pasaba su mente no la iba dejar tranquila, ni siquiera ella misma iba a estar tranquila. Dios, ¿cuándo será el momento en el que pueda estar tranquila?
“-… con él estás a salvo, él te protegerá” –La chica frunció sus cejas ante ese recuerdo- “Y por favor, cuídalo mucho” –La puerta de la cafetería se abrió…
“¿A quién?” –…Ashley volteó hacia la entrada comprendiendo una parte de ese complicado mensaje al verlo entrar.
“A Tom” –Su miradas se cruzaron al fin.

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Bien, espero que les guste este capitulo :B Gracias por leersh <3

1 comentario: