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Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

5 feb 2011

Cap.37 A pasos de la verdad

-Disculpe ¿Sabe donde vive la familia Kaulitz? –Esa Pregunta la repitió un millón de veces sin una respuesta.

-Mmm –Gruñó frunciendo el ceño.
Kathia solamente observó al señor marchar, al igual que todas las personas a las que le ha preguntado –Disculpe…-Muchos caminaban por largo antes de escucharla-…la familia Kaulitz? –Otros simplemente no contestaban-¿No? Okey gracias -¿Cómo es posible que nadie los conozca? ¿No que eran los más populares de la colonia? Al parecer mintieron.
Dándose por vencida, caminó hasta la esquina de la calle sentándose en la banqueta.
-¿Dónde demonios pueden vivir? –Preguntó desesperada para ella misma mirando todas las casas de alrededor.
Volteó al instante al escuchar voces graves acercarse. Lentamente se puso de pie y los divisó: dos chicos, uno alto, musculoso, con cabello castaño, largo y extremadamente liso; el otro, un poco más bajo, rubio, usaba lentes y estaba un poco más tosco.
-Una vez más –Pensó la chica –Disculpen –Los dos voltearon a verla- ¿Saben donde vive la familia Kaulitz?
-Sí –Respondió rápidamente el chico de cabello largo con una perfecta sonrisa.
















3pm. Hace 4 horas que Kathia se había ido. No sabía nada de ella hasta el momento y faltaban 5 horas para salir con Kiro.
La chica de cabello negro se encontraba escogiendo la ropa que iba a llevar para la ‘cita’. Lo que escogió no era nada del otro mundo: Pantalón entubado color azul, blusa negra con contornos de estrellas rosas y moradas, y tenis negros con las cintas rosas.
Se sentó sobre la cama aplastando completamente su ropa. Comenzaba a sentir cosquillas en el estómago y unas ansias insoportables. Tenía nervios. Sabía que cuando estaba así esos nervios se debían a algo más malo que bueno.
-No quiero ir –Susurró cerrando los ojos y echando la cabeza para atrás- mch, mch –Dio un suspiro y agarró su celular. Buscó el nombre en su agenda, aplastó la tecla verde y después de dos timbres, contestó-: Tom, no voy a estar esta noche, me olvidaba que iba a salir con mi mamá......... Ah, entonces tu tampoco ibas a poder venir –Soltó una pequeña sonrisa- Te veo mañana…. Sí, me cuidaré….Si Tom, no llegaré tan tarde a casa….Okey te quiero, bye.
Eso último no era seguro. Pero lo otro sí. Se cuidará, obvio se cuidará
–Kathia no tardes- Rogó viendo el techo. Comenzaba a preocuparse y a intrigarse ante la actitud de su amiga. Estaba segura que actuaba así por Bill, lo dejó muy claro después de la escenita que hizo en el hospital. ¿Qué rayos piensa Kathia de él ó que descubrió o… se volvió totalmente loca por lo que le pasó a Travis? Travis… Lo que le hizo Bill a Travis no tiene perdón ¿Cómo alguien como él pudo haberle hecho eso? Kathia tampoco le había comentado de cómo sucedió la pelea. Tenían muchas cosas de que hablar. Sea como sea, esperaba que Travis saliera pronto de coma, era su amigo y lo quería mucho. No toleraba verlo con muchos tubos alrededor.
-Espero que mi Dany esté bien –Dijo con un nudo en la garganta.
-Ring, ring –Ashley se levantó rápidamente a contestar el teléfono. A lo mejor eran noticias de Travis.
-¿Bueno? ¡Señora! ¿Cómo está Travis? –Preguntó desesperada- Ah… ¿Y Dany?.... Si entiendo…. Kathia, ella esta… dormida. Esta muy cansada –Dijo nerviosamente- Okey, si no se preocupe no saldremos de la casa. Si hay alguna novedad de Travis ¡avíseme!...Adiós. –Colgó el teléfono y se dirigió a la ducha- Travis, Travis recupérate.
Antes de entrar al baño vio de reojo el reloj: 3:40pm.























-Gracias –Sonrió cerrando la puerta del Taxi- Vamos a ver, según ese chico ‘Georg’ viven en una casa grande color… amarilla –Comenzaba a decir para ella misma mirando cada casa de esa calle- tiene un gran portón negro en el segundo piso. Tres ventanas con un barandal cada una ¡Pero qué buenas indicaciones me dio este hombre! –Se quejó al ver que no encontraba ninguna con esa descripción.
Caminó varios metros más, empezaba a desesperarse. Estaba a punto de echarse para atrás cuando a lo lejos logró observar una enorme casa con las tres ventanas que describió Georg –Espero que esa sea la casa –Confesó comenzando a correr.

















-¡Kathia ¿Por qué todavía no llegas?! –Gritó Ashley secándose el cabello. Eran las 4:30, temprano todavía, pero sabiendo cómo era ella, al fin y al cabo se le haría tarde de un momento a otro. Aventó la toalla al sillón y marcó rápidamente su número.
-Bienvenido al buzón de voz.
-¡Mierda! –Se quejó colgando el teléfono. Kathia se fue sin decirle a donde, ya estaba completamente preocupada.
Se mordía la uña de su pulgar de lo nerviosa y desesperada que estaba. ¿Qué tal si su mamá o Flor llegaban? Se supone que no podían salir de la casa y se ven que Kathia no está, las regañarían como nunca y las encerrarían en sus cuartos. Ashley no saldría con Kiro y se echaría a perder su plan, todo, por un ataque de esquizofrenia de parte de su amiga ¡Agh! Le dolió la cabeza solo de pensar eso.
-Muy bien, a ver son las 4: 32. Todavía es temprano, me termino de secar mi cabello, me lo plancho, me visto, me pinto mis ojos –Enumeraba con su mano cada paso mientras caminaba de un lado a otro en la sala- Y mientras hago todo eso Kathia ya tiene que estar aquí ¡Y yo! Me iré tranquila de mi casita. Sip, nada malo va a pasar –Término de decir con una sonrisa triunfante colocando sus manos en sus caderas- Estoy loca, hablo sola con… ¡Conmigo misma! –Admitió vergonzosamente- Agh, Kathia, ¡Espero que estés a una calle de aquí!

















Tragó saliva. La casa no es muy bonita de cerca.
-Esta no es la casa –Dijo para ella misma negando con su cabeza y dando una pequeña sonrisa nerviosa.
‘Familia Kaulitz’ Es lo que decía debajo del número de la casa
–Okey sí es- Admitió nerviosa.
Tal vez debió de tocar, pero no lo hizo. Abrió la puerta de la pequeña barda y entró caminando entrecortada. Parecía que sus pies no la obedecían y querían cobrar vida propia para salir de ahí lo más rápido posible aunque no se veía, ni escuchaba ningún movimiento. En realidad todo estaba muy tranquilo.
-Creo que a estas horas nunca nadie está en la casa.
-¿Qué dices? ¡Nunca están! –Reprimió el chico rubio- y menos en la noche
-¡Jah! Si, igual que nosotros –Dijo entre dientes volteando a verlo. El rubio solamente se encogió de hombros.
-Claro que menos están en las noches –Murmuró- ¡Vamos Kathi! No tengas miedo –Decía para sus adentros- Es que no hay nada que temer. Solamente voy a ir a la casa de un joven vampiro para que él me diga con sus propias palabras que mató a esas muchachas para, al fin, afirmar que esos asesinos existen ¡Ah! Se me olvidaba… después de que me lo diga saldré aterrada y él me detendrá para que así no le pueda decir a nadie sobre su secreto y me matará succionando mi sangre y meterá mi cuerpo en su sótano, si es que tiene y si no, pues me enterrará en su patio y nadie sabrá que morí. Pero dejando un lado todo eso ¿Qué es lo malo que pueda pasar?
Al fin se dio cuenta que estaba parada enfrente de la puerta de la casa de ese joven ‘vampiro’. Sentía sus piernas como gelatinas y su corazón en su garganta. Okey está siendo muy dramática, tal vez todo lo soñó. Ashley le hablaba cada rato de ellos, era obvio que tarde o temprano soñaría con vampiros.
Pero bueno, ya llego demasiado lejos. No morirá por preguntar…
Aspiró todo el aire que pudo y sin pensarlo toco al fin el timbre. Abrió un ojo y suspiro al ver que no hubo señales de vida.
-Creo que esos dos tenían razón ¡No hay na…!
-¡¡Ya voy!! –Gritó malhumorado un muchacho desde adentro de la casa. Kathia reconoció enseguida ante esa voz. Esa voz que siempre le ponía la piel de gallina.
Escuchaba sus pasos a unos centímetros de la puerta ¿Qué haces ahí parada? ¡Corre si no quieres terminar enterrada en su patio! ¿Por qué no corres? ¿Por qué no te mueves de ahí? Por una simple razón: Quieres verlo.











-Ashley –Caminó hacia ella y la sujeto de sus hombros- no salgas hasta que yo llegue ¿De acuerdo?
-Aamm
-Por favor –Suplicó una vez más.
-Okey –Dijo extrañada.
-Prométemelo.
-Lo prometo.
No podrá cumplir la promesa. 7: 20pm. Kathia no apareció y se le hace tarde para ir con Kiro.
Se puso su suéter, agarró las llaves de su casa y su pequeña mochila. Se sentó en el sillón y tomó la libreta que estaba arriba de la televisión.
-’Kathia’ si llegas y no estoy…. Perdóname. Necesito saber qué es lo que pasa aquí. Nuestras mamás se van a quedar con Sandra y Dany en el hospital, me dijo tu mamá que esta vez si viene mañana para descansar. Te deje comida en el refrigerador y por lo que más quieras ¡Ya no te salgas! Te veo al rato amiga.
Arrancó la hoja, la dobló a la mitad y la puso arriba de la mesa. Abrió la puerta y le echó un último vistazo a la casa.
-Creo que todo estará bien –Murmuró. Apagó las luces y de un ligero portazo dirigió su marcha hacia el local de de Kiro.
La casa estaba oscura, sola, fría y tenebrosa. No sabían que era así como vivirían a partir de ahí. La curiosidad, en sus vidas, sería el principio de su principal pecado.

Continuara***
El proximo capitulo se descubrira CASI todo.

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