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Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

11 feb 2011

Cap.42 Nunca se lo perdonamos.

Kathia la vio anonada, esa frase no le gusto para nada. Bajó su mirada y pestañeó varias veces. Comprendió que su amiga había entrado en algún trance, tenía que sacarla.

-Dany, despierta, reacciona ¡Vuelve! –Rogaba exaltada mientras la estrujaba. No sabía qué hacer en esos momentos y lo único que se le ocurrió fue hacer eso.
-Ah…Ka…Kathia –Musitó sacudiendo su cabeza- ¿Qué pasa? –Preguntó confundida volteando a ver a su alrededor.
-Nada –Respondió con miedo. Dany no recordaba nada y Kathia no quería decirle, no quería saber lo que vio.
-Kathia ¿Estás bien? Te veo pálida –Le dijo extrañada.
-S-si, anda v-vámonos –Perfecto, por el miedo comenzaba a tartamudear.
-¿Segura que estás bien?
-Si ¡Ya vámonos por favor! –Suplicó desesperada. Dany solamente asintió.

















Metió la llave a la cerradura, o eso trataba, su pulso estaba fuera de control, todavía no podía calmarse. Después de varios intentos, al fin lo logró. Despacio, le dio vuelta a la perilla y con cuidado abrió la puerta y muy, muy despacio, la cerró.
La casa estaba oscura en su totalidad. Silencio, era lo que predominaba en ese momento, solamente se escuchaba el Tic-toc del viejo reloj de la pared.
Volvía a temblar, necesitaba ver luz en este mismo momento. Subió las escaleras corriendo hasta llegar a su habitación. Al entrar, rápidamente buscó el apagador y al ver al fin la habitación iluminada dio un respiro de alivio. Caminó hasta el peinador y se vio en el espejo: despeinada, su maquillaje corrido, hojas, ramillas en su cabello, sus brazos raspados, en su cara tenía tierra, su ropa rasgada, su pantalón sucio y en su cuello… sangre del ciervo.
Se puso totalmente pálida al ver eso en su cuello. Torpemente corrió hasta el baño y abrió la llave del lavamanos. Una y otra vez se echaba agua y con el jabón que estaba ahí se talló esa parte. Se recargó en el lavamanos mientras sentía como otra vez las lágrimas se escapaban de sus ojos. Esto parecía una broma de mal gusto, el no podía ser eso ¿Por qué él? ¿¡Porqué justamente él?!
Volteó hacia la puerta, se limpió las lágrimas y tratando de no llorar más, caminó hasta salir del baño para quedar frente a frente.
-¿Cómo entraste? –Preguntó con la voz quebrada.
-Tú me invitaste.

Flash Back
¿Qué haces ahí? –Preguntó con una sonrisa.
-Nada, solamente veía… lo hermosa que eres –Contestó naturalmente.
-Pasa, no te quedes ahí afuera
Termina Flash Back

Ashley se quedó callada. Comenzaba a entender todo. Lo miró a los ojos, sus ojos dorados que brillaban como nunca ante la luz de la habitación. En ese momento, el no parecía una bestia, un animal. Era un humano, un hermoso y perfecto humano.
-Dímelo todo –Tom sonrió de medio lado.
-Yo nací en el año de 1489. Mi madre… se divorció de mi padre Jörg Kaulitz y después conoció a mi futuro padrastro, él se llama Gordon…Gordon Trümper.


















-¿Escuchaste eso?
-No ¿Qué? –Preguntó volteando a verla.
-No lo sé, parecía como si… dejaran caer un contenedor de basura ¿Apoco no escuchaste? –Kathia negó con la cabeza.
-Dany ya quiero llegar a tu casa, vámonos, tal vez lo que escuchaste fue a un torpe gato que se cayó dentro de la basura o que se yo –Desde que Dany le había dicho eso, no estaba a gusto.
-Okey –Dijo dudosa.
A partir de ahí, nadie dijo nada y continuaron su camino sin agregar ni un comentario más.
Faltaba poco para llegar a la casa de Dany. Kathia pudo sentir como sus piernas se doblaban ante el alivio. La luz que brindaban las farolas comenzaba a ser tenue ¿Se estaban fundiendo? Kathia volteó a ver una que estaba en la esquina. No se estaban fundiendo, estaban cubiertas por la neblina.
-Dany… -La llamó sin dejar de ver la farola.
-Hmm
-¿Siempre hay neblina a estas horas?
-No ¿Por qué? –Preguntó confundida.
-Por qué hay mucha. Mira –Le señaló hacia el piso.
-Tal vez… cambiara el clima o… no se –Le respondió sorprendida al verla.
-¿Tú crees? –Preguntó irónica. Las dos veían toda la niebla que se estaba juntando en ese lugar. Kathia vio que a lo lejos se formaba la silueta de un hombre y algo le decía que ese hombre no es Bill.
-La muerte… ya está aquí –Avisó una voz. Kathia volteó con Dany, esa voz provenía de ella.
-Corre –Ordenó apresurada tomando la mano de su amiga.

















-Simone, mi directora, es… su mamá –Tom asintió- Gordon… transformó a tu madre porque…
-Ella se lo pidió –Terminó negando con la cabeza- Bill y yo no estábamos de acuerdo. Nunca nos pareció Gordon, los seres como él nos daban asco. Era lo peor que podía existir. Pero claro… mi madre se enamoró tanto de él, que quería pasar toda la eternidad a su lado –Su voz volvía a ser pesada.
-¿Y ustedes?
-Nunca se lo perdonamos –Susurró- Cuando teníamos 18 años… la gente del pueblo mando a matar a nuestros padres y a sus amigos. Bill y yo los defendimos, pero esos malditos nos hirieron de muerte. 5 amigos de Gordon vinieron por nosotros, nos llevaron hasta donde estaban escondidos. Yo agonizaba de fiebre, Bill estaba inconsciente a un lado de mío. Solamente lograba ver sombras, y las voces hasta ese punto se escuchaban como chillidos –Tom comenzó a dar vueltas por la habitación, parecía que volvía a ese momento- Sabía exactamente lo que nos iban hacer –Se detuvo enfrente de la ventana observando la luna- Sentí la mano fría de mi madre sobre mi pecho y luego sus labios sobre mi frente –Ashley caminó hasta él y colocó su mano en la espalda del chico- Después sentí un dolor pulsante en mi cuello, ese dolor se esparció por todo mi cuerpo, era el veneno –Dijo entre dientes. Ashley lo único que hizo fue abrazarlo- ¡Nos estaban convirtiendo en unos asesinos! –Gritó rompiendo a llorar- Cuando volví en sí no sentía ningún dolor, estaba mucho mejor, veía y escuchaba con mayor claridad. Lo único que si me mataba en ese momento, era la sed. Tenía mucha sed. Uno de los que me rescató a mí y a mi hermano se acercó y enfrente de mí se hizo una herida en su muñeca haciendo que se desangrara. El olor, el olor fue lo mejor, deseaba beber su sangre, lo deseaba y… me lancé contra él, ya me sentía mejor –Confesó en susurro- Cuando volteé a ver a Bill, él hacía lo mismo con la otra persona. –El chico de trenzas volteó a verla. La chica observó sus colmillos, sus grandes, blancos y afilados colmillos- No sabes cuantas veces Bill y yo hemos tratado de quitarnos la vida.
-Tom, esto no lo elegiste tú. –Susurró acariciando su rostro- Se que tú… no eres malo.
-Matamos a toda la gente de ese pueblo… –Ashley se quedo tiesa-… en venganza por lo que nos habían hecho. Excepto a dos mujeres –Pasó saliva difícilmente. Agarró la mano de Ashley y con la otra su cintura haciendo que se acercara más a él- Kathia y tú.



Continuara***
Gracias a dios es viernes(:

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