-

-
Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

9 abr 2011

Cap. 65 ¿Últimas horas de vida?

-Yo… quiero ver a Kathia.

-¿Y necesitas escuchar conversaciones ajenas para hacerlo? –Preguntó Kiro alzando una ceja.
-¿De qué hablas? –Traté de sonar convincente.
-No quieras vernos la cara de estúpidos, recuerda con quien estás tratando.
-¡Solo quiero ver a mi amiga! –Le grité tratando de cambiar el tema.
-Sígueme –Me ordenó adelantándose.
Yo me quede tiesa viéndolo salir por la puerta. Le notaba algo extraño, su mirada ahora tenía vida cuando antes estaba muerta.
Cuando salí de mis pensamientos mis pies reaccionaron. Corrí para alcanzarlo y cuando lo hice, caminé a su mismo paso.
Solo pasábamos puertas y más puertas. Me había hartado de esas mansiones que parecían laberintos. Al fin nos detuvimos enfrente de una. Yo voltee a ver a Kiro y el volteó a verme a mí. Nadie musitó nada. Quite mis ojos de su mirada y caminé hacia la puerta.
Al tocar el picaporte mi corazón comenzó a latir rápido y vino una fuerte punzada a mi pecho, todavía no olvido el horrible dolor que me causó esa sensación y nunca podré entender cómo fue que lo presentí.
Gire el picaporte y la puerta se entreabrió, sabía que no había nada bueno detrás de ella. Alcé mi temblorosa mano y con un ligero rose, la puerta se abrió completamente, dejándome así, observar a mi convaleciente amiga.
Sus labios resecos, su piel pálida y fría, su cabello sin brillo hicieron que me recorriera un enorme escalofrío por todo mi cuerpo.
No supe que hacer, ni cómo reaccionar. Solo me dedique a verla tirada en esa cama sin moverse.
Una señora que salió del lado izquierdo de la habitación se acercó a mi amiga, de repente estaba otra señora, luego un señor y de luego estaba otro y otro. Todos alrededor de ella, inmóviles, observándola.
-¿Qué le van a hacer? –Logré hablar. Nadie volteó a verme, parecía que yo no estaba presente. Solo vi que una señora se acercó más a mi amiga- ¿Qué le van a hacer? –Pregunté nuevamente asustada- ¡No la toquen! –Grité preparándome para correr a salvarla. Pero la puerta se volvió a cerrar de un portazo- ¿Qué demonios…? –Pregunté viendo la puerta anonada. Trate de abrirla de nuevo, pero el picaporte se había atorado.
- Ya la viste, ahora ¡Regresa a tu cuarto! –Me gritó Kiro y yo me giré hacia él asustada.
-¿Qué le harán? –Pregunté entre sollozos.
-La mantendrán viva… hasta hoy en la noche.
-¡¿Qué?! –Exclamé sorprendida- ¡No! Ella no va a morir, ¡No debe morir! –Le grité con todo lo que me permitieron mis pulmones.
Me giré desesperada hacia la puerta y trate de abrirla, pero el picaporte se había atorado. Comencé a golpearla lo más fuerte que podía, no me rendía trataba de abrir de nuevo la puerta.
-¡No dejen que se muera! ¡No! –Suplicaba mientras mi garganta no evitaba soltar sollozos- ¡Es mi mejor amiga, no me la arranquen de mi lado! –Comencé a llorar de lo impotente que me sentía- ¡Por favor, por favor no la lastimen! –No sabía que mas hacer, me iban a quitar a mi mejor amiga, a mi hermana- ¡Ahh! –Grité al verme de pronto en el aire.
Kiro me había cargado, y veía cada vez más lejos la estúpida puerta.
-¡Bájame! ¡Bájame Kiro! No dejaré sola a mi amiga, no ¡No dejaré que la maten!
-¡¿Te puedes callar?! –Me gritó alterado- ¡Ya me hartaste! No dejas de chillar, de hablar y de quejarte ¡Cállate! –Cerré mi boca y lo vi atónita- Kathia no sobrevira mucho tiempo, pero vivirá lo suficiente. Lo suficiente para todos nosotros –Dijo extendiendo sus brazos con una sonrisa. Sus ojos, volvía su mirada de siempre: de sed, poder y dolor.
-¿Qué no lo entiendes Ashley? Su destino es morir, siempre va a ser así, ustedes no son más que alimento. No servirán para nada más, este es su único propósito en el mundo.
-Te equivocas. -Me atreví a hablar- Nosotras no somos su alimento, no somos su herramienta. Nosotras somos personas, nosotras vinimos aquí para crecer, amar, odiar, llorar, sentir. Nosotras vinimos aquí para amar a dos personas. Sí, amarlos. Solo a ellos dos vamos a alimentar y tal vez nuestro destino siempre será morir, pero no importa si morimos por ellos, por Tom y Bill. Solo a ellos les entregaremos nuestra vida. Mi alma, mi sangre, mi amor le pertenece a Tom… y solo moriré por él y Kathia por Bill ¿entiendes? –Terminé alzando una ceja y dejándole en claro que no le tenía miedo y mucho menos me rendiría.
- No entiendo porque te sacrificas por Tom. Él nunca lo ha hecho por ti.
-No, él ha hecho más –Confesé con una sonrisa. Kiro solo frunció el ceño.
-¡Él es un cobarde, un traidor!
-No, él es valentía, él es coraje –Y no lograba arrancarme mi sonrisa… la sonrisa que daba por Tom nunca nadie me la podía quitar.
Kiro me agarró del cuello y me aventó hacia la pared. Estaba cerca de mi rostro, me miraba con odio, sus ojos se tornaban negros y dejo ver sus enormes colmillos.
-Él solo te utiliza –Gruñó.
-Él me cuida –Susurré.
-Si él te amará tú no estuvieras ahorita aquí, siendo aplastada por mis manos –Dijo apretando mi cuello. Respire lo que pude y difícilmente dije:
-Si él no me amará esta noche no lo vería –Musité dándole una mirada de advertencia. Kiro me soltó, volví a recuperar el aliento.
-En tu habitación, hay un vestido. Quiero que te lo pongas y te arregles, volveré por ti a las 7:15 pm y espero que estés lista. –Con eso me dejo ver, que le había ganado en esta argumentación.
Kiro abrió mi puerta y yo entre a la habitación. En efecto, el enorme y hermoso vestido estaba sobre la elegante cama.
-¿Y a qué se debe la ocasión? –Pregunté confundida y al no oír respuesta voltee hacia la entrada, Kiro ya no estaba.
Levanté el vestido ¡Si que era pesado! Era de color rojo con toques de color negro, el corsé tenía pedrería al igual que en la parte de abajo.

Realmente era hermoso… hermoso vestido para una gran ocasión para ellos…
Me quede ida pensando ¿Qué ocasión podría ser? Y entonces recordé:
-¿Qué es lo que pasa? –Preguntó Kathia a Andrea.
-Se acerca el gran baile y eso arruina nuestros planes.
-¿Baile? –Volvió a preguntar.
-¿Qué baile? –Ahora pregunté yo.
-Es una reunión de todos nosotros –Respondió Beatriz- Lo organizan cada eclipse lunar, los padres de los Kaulitz
-Oh, ¿Y qué tiene de malo?
-Digamos que nada si tu apellido no es ‘Kaulitz’ –Respondió Andrea.
& después recordé lo que me dijo Kiro:
-La mantendrán viva… hasta hoy en la noche.
Ahora todo tiene sentido. Hoy, las dos dejaremos de existir, hoy… es la noche

Continuara***
Se viene lo bueno :B

1 comentario: