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Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

15 ene 2013

Capítulo cuarenta y seis (Parte II)



Estaba en medio de la nada, asustado, sollozando. Su cabello estaba alborotado, lo había hecho por los nervios y cuando se detuvo, apretó su cabeza: todo esto no podía ser real, él no podía estar en el infierno. ¡Todavía no debía morir!

Rechinaba sus dientes como un desquiciado, en ese sitio hacia demasiado frío pero no era uno normal, era algo de otro mundo. Pero de pronto, el miedo se esfumó: ahora, el coraje dominaba su cuerpo. Estaba ahí solo, cuando juró que las personas que le acompañarían serían Sam y el Dr. Baecker. No era justo.

—Todavía no estoy acabado —aseguró erguiéndose tratando de no tambalear sobre su lugar—. ¡¿Me escuchan?! ¡Todavía no…!

—Estás en el fondo.

Aquella voz había hecho que Bill se quedara sin habla. Era el mismo ser que había pronunciado su nombre y lo había arrastrado hacia el limbo. Al parecer, estaban solamente ellos dos en ese cruel lugar.

—No. Aún no —se atrevió a contestarle con sus ojos cerrados. Quería demostrar que todavía le quedaba la fuerza suficiente para enfrentarse a cualquier cosa, pero, el saber que lo que tenía detrás tal vez era el Diablo en persona, hacía que se sintiera inferior.

Pudo escuchar a la perfección como aquel ser soltaba una risa de burla.

—Cometiste muchos pecados: caíste en la desesperación, entregaste tu alma a un ser que no pertenece al mundo de los vivos ni al de los muertos, te dejaste corromper, te llenaste de odio, ¡te atreviste a juzgar a tu padre! Cuando bien sabes que ese no es tu trabajo —el labio inferior de Bill comenzó a temblar a escuchar cada una de las faltas que había cometido.

No lo interrumpiría ni se opondría a ninguna ya que él, mejor que todo, sabía que lo que aquel ser decía era cierto.

—Y para finalizar, te creíste un ser superior y decidiste ponerle fin a la vida de una persona cuando eso, Billy, tampoco te correspondía. —Su mandíbula se endureció—. Te quisiste pasar por un Dios cuando no eres más que un simple humano. Ese fue tu peor pecado.

—Un dios… —susurró ausente.

¿Al tal grado había llegado? El poder que había sentido cuando se enfrentaba a su padre era tan grande… ¿qué lo hizo enloquecer por unos minutos? Sí. Había olvidado ser una persona, en ese momento, se deshizo de él mismo para que su contraparte tomara posesión de su ser: aquel Bill era que inhumano, que era un desgraciado. Ese mismo Bill que disfrutó ver sufrir a ese hombre llamado Jörg y el mismo Bill que sintió una fuerte satisfacción al matarlo.

Una vez más, no negaría ninguna de sus acusaciones: todas eran ciertas.

—Tu sellaste tu propia condena, es momento de pagarla.

Pero todavía no se iría: le faltaba una cosa por hacer y nada, ni nadie ¡ni siquiera el Diablo! Lo iba a detener.

—Te seguiré en deuda —le informó mirándole por el rabillo del ojo—. Pero te juro que regresaré y te traeré a dos más.

Pudo distinguir unos colmillos blancos en medio de la oscuridad: ese demonio solo mostraba su boca, la cual, retorcía para formar una horrible sonrisa.

—Otra vez creyéndote un puto Dios, ¿quién te crees que eres para pensar que saldrás del Limbo tan fácilmente? —Bill sonrió—. Una vez que un alma entra, no sale jamás.

—No me creo ningún “Dios” —le dejó en claro encarándole, por fin—. No soy más que una patética persona que fue cegada una vez más por la venganza y no me niego a ser arrastrado al infierno ya que estoy consciente de mis actos. Pero… estás fallando en algo.

La sonrisa retorcida se esfumó.

—Yo no muero aún: mi cuerpo sigue con vida —le informó con un brillo en sus oscuros ojos—. Y así permanecerá hasta que cumpla mi última penitencia. Por eso ¡nunca podrás tocarme!

La boca que yacía en medio de la nada desapareció dejándole solo en la oscuridad. Bill… perplejo, comprendió que había sido de los pocos afortunados que había logrado engañar a la muerte, aun estando a un paso de ésta.


Sus ojos miraron de un lado a otro buscando una salida, pero lo único que había era oscuridad. No había señales de luz en ningún lado pero… tenía que haber una manera de salir de ese sitio así que corrió con dirección desconocida hacia su búsqueda.



Kimberly balbuceó buscando las palabras correctas para darle ánimos. Pero no había, no existían tales para esa situación.

Bill había logrado salir de ese oscuro lugar gracias a ella. Había escuchado su voz como un eco lejano, para el chico, aquello había sido como ver la luz: logró atravesar la densa capa oscura para llegar hacia una habitación que conocía a la perfección. Y al ver a Kimberly en ella, hizo que rompiera en llanto por fin.

La desesperación que había sentido en ese lugar no tenía nivel. Era algo que un alma condenada jamás podría soportar llevándola a la demencia y a caer presa fácil de la desesperación. Era por eso que Bill había logrado sobrevivir al Limbo, porque no estaba del todo perdido… aun.

—Lamento mucho haberme ido —soltó sin más tomándola por sorpresa—. Sé que te decepcioné por decidir irme con Sam que permanecer a tu lado pero… había cosas que tenía que hacer, cosas horribles y no quería involucrarte —pasó saliva, recuperando el control de su voz completamente—. Tú no mereces cargar con el dolor de nadie… nunca más.

La visión de Kimberly se distorsionó. Nuevamente las ganas de llorar se apoderaban de ella sin poder hacer nada al respecto.

Nuevamente, se dejó caer de rodillas pero esta vez, en compañía de Bill. Así como con Kimy, pudo sentir las manos del joven sobre sus hombros. La apretaba ligeramente tratando de moverla, necesitaba traerla a la realidad.

¡Ya no había tiempo para llorar!

—Escúchame Kimberly, ¡escucha! —le exigió buscando su mirada—. No llores, ¡tú no fuiste hecha para sufrir! Y es ahora que lo comprendo.
»Todo fue tan claro cuando yacías en el patio, disfrutando de la libertad, de tu girasol. Comprendí el porqué te rodean tantas almas miserables como yo, el por qué te buscan, el por qué te siguen: eres la única persona capaz de salvarnos.

—¿Q… qué? No —negó alejándose lo más que pudo de él—. Yo no puedo hacer nada por ustedes, ¡ya no me pidas salvación, te lo ruego!

—¡Tu puedes hacer mucho! —le dejó en claro—. Puedes rescatarnos de todo este odio que nos consume porque en ti hay luz. Una luz que puede recuperar a la más descarriada alma del planeta... ¿qué no ves? ¡Esa también es tu salvación!

—¿Salvación? —cuestionó mirando sobre el hombro del chico las hojas que yacían sobre la pared. Nuevamente, aquellos ojos llenos de dolor que parecían ser reales y era… porque lo eran.

Le estaban pidiendo ayuda. No. Se lo estaban gritando, pero gracias a la desesperación inmensa que yacía dentro de ellos, no pueden hacerlo de la manera correcta y lo único que pueden lograr, es lastimarla.

—Tu luz nos llamó, Kim —le explicó—. Por eso estamos aquí, esperando a que nos…

Dejó de oírlo. Su mente se sumergió en cada rostro pintado sobre la pared, encontrándose nuevamente con Sam: no había ninguna pisca de burla en su mirada. Era el que más sufría de todas las almas que yacían retratadas en lápiz y papel y por ende, era el que más imploraba por ayuda.

Eso fue lo que quería desde un principio de ella pero… nunca fue capaz de comprenderlo.

—Eres la única que puede ponerle fin a este infierno.

¿Aquello era cierto?

«Todo lo que estoy escuchando, ¿lo estoy viviendo en verdad o es que acaso mi cabeza me está haciendo malas jugadas, de nuevo? Veo a Bill, lo siento, siento su tacto. Veo los dibujos de mi pared, se ven tan reales, tanto que realmente percibo su dolor. Pero, ¿cómo estoy segura que no es una alucinación mía, qué no estoy dormida o delirando enfrente de una enfermera? Mi mente se perdió hace mucho tiempo y aunque pienso luchar, dudo mucho que regrese»

—Confía en Bill —escuchó con atención las palabras de Kimy—. Todo esto es verdad, lo estás viviendo ahora...

—¿Yo soy la salvación?

Bill sonrió.

—Siempre lo fuiste.


Nota: esta es la continuación del capítulo anterior :) y bueno dkjfhdsjkfggds los demás se pone más y más tenso y se explica mejor lo que Kimberly es y se sabe la verdadera razón del porque Bill apareció llorando enfrente de ella y ¡por supuesto! se vienen las partes 1313 kjdfhkgjhdfkjg xd, ¡espero y disfruten de la lectura! :D 

1 comentario:

  1. Awwww alfin Kimberly entendio q no esta loca q tiene un don.. Pero pobre todos la creyeron loca >.< Estoy segura q ahora podra ayudarlos :D ovio se pondraa tenso y muy interesanteee...
    Aeww 1313 me encanta hahahahaha
    Subee prontoooo muero por leer :D
    cuidate bye

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