Cap.29 Convencer

El camino fue tranquilo aunque las chicas se morían de los nervios, más Debany sobre todo por la pesadilla que tuvo


-¿Será una advertencia? -Se cuestionó volteando a ver a Alberto.

Llegaron al aeropuerto y a las dos amigas no se les podía borrar la sonrisa del rostro

-¡No puedo creer que estemos a horas de volver a Alemania! –Gritó emocionada.

-¡Lo sé –Le siguió el juego Debany- Me muero de ganas de ver a… -Calló, no terminó la frase al percatarse que Alberto seguía ahí.

-Te veremos pronto por allá –Aseguró Marcela dándole un abrazo al hombre del grupo. Al finalizar, ella se adelantó para que Debany pudiera despedirse.

-Será un ‘hasta pronto’ –Le dijo su novio con una sonrisa.

-¡Gracias por todo! –Dijo sin más dándole un fuerte abrazo.

-No hay de que… Te amo y mucho –Ella solo se quedó callada como de costumbre. Empezaron a anunciar su vuelo y se separaron- Ve, luego pierdes el avión –Exclamó en broma. Debany rio y se despidió dándole un beso en la mejilla.

Cuando se acercó a la puerta agarro su collar lo más fuerte que pudo

– Muy bien, aquí vamos de nuevo -Las dos amigas entraron al avión sin que se les pudiera borrar la sonrisa del rostro.













Fernanda

Los chicos estaban en un estudio de televisión, iban a dar una entrevista y a tocar una de sus canciones ¡Rayos! Hoy llegan Marcela y Debany y no he podido convencer a los gemelos de que vengan a mi casa ¡con eso de que ya no salen para nada! Tengo que ir para allá pero ¿y si no me dejan entrar? No tengo pases para camerinos o como se digan y luego no me van a creer de que soy amiga de los chicos.

¡Fer piensa!

-¡Fernanda!

-¿Qué? –Pregunté histérica, ese llamado me había sacado de mis pensamientos.

-Que si ya está listo el desayuno –Me respondió asustada por mi reacción. Un momento… ¿el desayuno?

-¡Mierda! –Exclamé quitando el sartén de la estufa- creo que… que se van a tener que esperar un poco más –Les dije avergonzada tirando la comida.

-¿Qué tienes? –Me preguntó Ingrid confundida- Desde que te levantaste andas muy distraída.

-Estoy estresada, eso es todo –Respondí encogiéndome de hombros- Tengo algo que decirles… -Voltee a verlas agarre todo el aire que podía- Marcela y Debany regresan hoy a Alemania.

-¡¿Qué?! –Soltaron las dos.

-¡¿Hoy?! –Preguntó Kathia.

-Si, hoy… creo que deben de estar aterrizando en estos momentos.

-¿Y los chicos saben? –Preguntó exaltada Ingrid.

-¡No! Se supone que yo voy a ir por ellas ya que se van a quedar con nosotras, y cuando llegue se supone que Tom y Bill ya deben de estar aquí, es como una sorpresa para ellos.

-¡Qué genial! –Dijo Kathia.

-Lo sé, pero hay un pequeño detalle.

-¿Cuál? -Preguntó confundida.

-Que ellos no quieren venir –Respondí aventando el sartén- ¡Ayúdenme! –Dije desesperada. Me exalte al escuchar que la puerta se abría, pero al ver que Andreas entraba me calme. Desde que anda con Kathia ¡No sale de aquí! Un momento… ¡Andreas al fin puede servir de algo!

-¡Hola chicas! –Nos saludó sentándose a un lado de su amada- Creo que llegué en buen momento.

-Oye Andreas –Trate de sonar un poco despreocupada- Tú tienes pases para ir al estudio en donde se presentarán los chicos ¿Cierto?.... ¡¿Cierto?! –Andreas le susurraba cosas al oído de Kathia. Dios, nunca se concentra- ¡Andreas!

-Mande –Respondió desorbitado.

-Tienes boletos para ir a ver a los chicos ¿sí o no? –Pregunté rápido, ya no había tiempo.

-Si, ¿Quieres ir?

-No, lo que necesito es que los traigas aquí e insísteles a Tom y a Bill que son los que más importan en estos momentos –Supliqué.

-¿Por qué? –Me preguntó ladeando su cabeza.

-Porque… haré una fiesta para que ellos estén más animados -¿Qué mierda dije? Solo espero que se lo crea.

-Hm, está bien –Respondió no muy convencido, pero bastó- ¿Me acompañas Kathia?

-Claro que sí mi niño –Le hice una seña a Kathia para que se quedará- adelántate, ya te alcanzó –Le respondió con una sonrisa nerviosa –Al salir Andreas caminé hacia ella.

-No le digas nada sobre Marce y Debany, solo ayúdalo a convencer a los chicos ¿okey? –Le dejé en claro.











Andreas y Kathia fueron al estudio lo más rápido posible, cuando llegaron los chicos ya estaban al aire así que se quedaron viendo el programa, cuando termino se dirigieron a camerinos.

-¡Que onda chicos! –Saludo Andreas.

-Qué bueno que si pudiste venir –Dijo Bill con una sonrisa- nos alegró mucho verlos.

-Los felicito estuvieron geniales –Admitió Kathia- Oigan… -¿Cómo empezar?- Que les parece si ¿van a la casa de Fernanda? Hay que festejar… el…el lanzamiento de su disco, ¡Si eso! El lanzamiento de su nuevo CD –Dijo nerviosa.

-Por nosotros no hay problema, verdad Gustav –Respondió Georg.

- ¿Y ustedes chicos? –Preguntó Andreas a los gemelos.

-No lo sé –Respondió Bill encogiéndose de hombros.

-¡Ay por favor! Vayan, yo les juro que no se van a arrepentir –Al decir eso, todos voltearon a verla extrañados, Kathia pudo sentir confusión en sus rostros- porque ósea… ¡Se van a divertir! –Terminó de decir. Bill suspiro.

-Iremos un rato ¿Verdad Tom?

-Habla por ti –Le respondió sin verlo- yo no quiero ir y no me malinterpretes Kathia pero la verdad no ando de humor.

-Últimamente nunca andas de humor –Reprochó Georg, eso hizo que Tom se molestará.

-¡Pues como tu si tienes a tu amor a tu lado! –Voltea a ver a Kathia- Perdón Kathia, será luego –se sale del camerino.

-¡Tom espera! –Rogó su hermano.

-No Bill –Lo detuvo Kathia- yo hablaré con el vayan a la casa al rato los alcanzo ¿sí?

-Pero

-Anda ve.

Bill: … ok –Todos se fueron a la casa de Fernanda mientras que Kathia fue a alcanzar a Tom en el estacionamiento.

-Tom por favor ven con nosotros.

- Kathia enserio no tengo muchas ganas de salir. –Le respondió quitándole la alarma a su carro.

-Mira te juro que si no vas, te vas a arrepentir el resto de tu vida.

-¿Ah sí? … ¿y por qué? –Preguntó irónico.

-No te lo puedo decir, todavía no es el momento pero confía en mí ¡es necesario de que vayas! – Le dijo desesperada-

-Esta bien Kathia iré –Le contestó fastidiado.

Ingrid y Fernanda recogían la casa lo más rápido posible. Sonó el celular de Fernanda, era su alarma.


-Ingrid tengo que ir a recoger a las chicas.

-No te preocupes yo tratare de terminar lo más pronto posible.











Debany y Marcela por fin aterrizaron. Salieron del aeropuerto y esperaron a Fernanda en la entrada como habían quedado.

-Debany, ya no aguanto estos nervios –Confesó asustada.

-A mi me comen viva –Le dijo viendo para todas las secciones del estacionamiento del aeropuerto- ¿qué crees que estén haciendo Tom y Bill en este momento? –Preguntó volteando a verla

-No lo sé ¡la verdad no tengo idea! Solo espero que ya estén en la casa de Fernanda… -Contestó impaciente.

-¡Fernanda ya se tardó! -Se quejó.

-Tranquila, ella no sabía la hora exacta a la cual íbamos a llegar.

-Pues si –Bufó sentándose en la banqueta- ¡Se me está revolviendo mi estomago!

-Si a mí también y siento que los latidos de mi corazón ya están en mis oídos.

-¿Esa no es Fernanda? –Preguntó poniéndose de pie.

-¿Dónde? –Preguntó nerviosa tratando de enfocarla con la mirada- ¡Fernanda! –Lo había logrado, sin más fue corriendo a donde ella.

-¡Espérame Debany! –Gritó tomando sus maletas, pero al llegar con Fernanda las soltó nuevamente para darles un fuerte abrazo.

-¡Las extrañe! –Confesó Fernanda con lágrimas en sus ojos.







-¡Termine de recoger! –Dijo triunfante Ingrid dejándose caer en el sillón- ahora solamente esperar a que lleguen los… –No terminó la oración al escuchar que abrían la puerta- Kathia ¿eres tú? –asomándose- ¡hola chicos! ¿y Kathia y Tom donde están?

-No tardan en llegar –Le respondió Georg dándole un pequeño pico a Ingrid- ¿porque te vez tan cansada amor?

-Es que recogí toda la casa –Respondió riendo.

-¿Y eso? –Preguntó sorprendido.

-Porque habrá una gran sorpresa –Contestó con suspenso.

-¿Sorpresa? –Soltó confundido Bill sentándose en el sofá- ¿Cuál sorpresa?

-Ya lo verás ¡No seas impaciente! –Le regaño la única chica del grupo en esos momentos.

-¿Y Fernanda? –Habló Gustav.

-Fue… fue por las bebidas –Respondió nerviosa.

-¡Ya llegamos! –Gritó Kathia cerrando la puerta. Tom se sentó a lado de su gemelo y Kathia se puso a lado de Andreas, éste la abrazo- ¿oigan y en donde esta Fernanda? –Ingrid solo cerró los ojos

-Fue por las bebidas –Respondió su amiga rápidamente.

-Pero ahí había en el refrigerador –Dijo inocentemente.

-No, no hay –Dijo entre dientes.

-Había jurado a ver visto unas en el refrigerador –Y nunca había entendido.

Todos volvieron a platicar. Los gemelos solamente los escuchaban, los dos hermanos veían a las dos parejitas que estaban ahí: Kathia y Andreas abrazados, Ingrid y Georg que se daban uno que otro beso.

Los gemelos se voltearon a ver, solamente con la mirada, Bill ya sabía lo que pensaba su hermano, éste solamente asintió con la cabeza.

-Chico ya nos vamos –Avisó Tom y los dos se levantaron al mismo tiempo.

-¡¿Qué?! No, no se pueden ir -Amenazó y se puso enfrente de ellos obstruyéndoles el paso.

-¿Por qué no? –Preguntó Bill cansado.

-¡Por favor esperen un poco más! –Dijo tratando de evadir la pregunta. Al escuchar que abrían la puerta, Ingrid dio un suspiro de alivio. Los gemelos voltearon hacia la entrada frunciendo el ceño.











Fernanda estacionó el coche, lo apagó y las tres se quedaron un momento en silencio. Debany y Marcela se agarraron muy fuerte sus manos, sus corazones latían al 1000 por segundo.

-¿Listas chicas? –Preguntó nerviosa.

-¿Crees que los chicos estén adentro? –Respondió con otra pregunta Debany.

-La verdad, no lo sé ¿Quieren descubrirlo? –Marcela y Debany voltearon a verse.

-Si –Respondieron al unísono. Solo vieron como Fernanda le daba vuelta a la perilla