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Tercera novela. (Fandom: Tokio Hotel/ HIATUS)

2 ene 2011

Cap.1 Cálida bienvenida

¡Al fin llegamos! Lo primero que hice fue viborear la casa que le había ofrecido la empresa a la mamá de Kathia y a la mía, no me quejo, la casa es muy bonita: tiene 4 recamaras y 3 baños, es de dos pisos y con una terraza, todavía no checo la vista que tiene, lo haré al rato. Se supone que debo de estar desempacando pero, me da flojera, aparte, lo único que quiero es dormir, así es diario, desde hace 1 mes y medio que no duermo, esas pesadillas no me dejan, y no entiendo porque las tengo, no entiendo que me quieren decir, ósea no he visto ninguna película de terror para tener pesadillas de ese tipo, lo que más me aterra es la voz de ese chico, tan fría y seca, la verdad no sé cómo explicarla, pero siempre hace que me dé escalofríos solamente de acordarme.

Te dejo ya que tratare de dormirme un rato, aunque el gran cambio de horario de Monterrey al de acá me tiene vuelta loca, pero eso es lo que menos me preocupa.



Ashley dejó de escribir en su libreta con la pasta de su personaje oscuro favorito: El extraño mundo de Jack. Puso la pluma en la espiral de la libreta, y lo dejó arriba del peinador.
Caminó completamente exhausta y se dejo caer en la cama, se acomodó de lado y cerró sus ojos cansados por tantas malpasadas y todo por esas extrañas pesadillas.
Ashley Triana tiene 15 años; Es alta, tiene el cabello negro y tiene ojos color grises claros oscuros y su piel es blanca como la nieve. Su forma de vestir es medio emo, ya que siempre utiliza ropa negra: negra con morado o negra con rosa, se siente tan cómoda así, rara vez cuando se viste con colores alegres, y cuando eso sucede, trata de traer su cabello suelto para que le siga dando ese look de chica emo que le encanta, aún así es amistosa, cuando no conoce a alguien trata de sacarle platica, siempre ha sido así desde niña, pero cuando una persona no le cae en lo absoluto es seca con él o con ella y trata de evitar toparse con ellos, también para evitarse problemas, cuando una persona la insulta con o sin motivo, lo que hace es quedarse callada y alejarse como si nada hubiera pasado, siempre se queda con las palabras en la boca, ella no es una persona agresiva, por así decirlo, trata de evitar que los problemas lleguen a golpes, ella lo considera un defecto porque sabe que puede defenderse ,que así como esas personas le dañan ella, puede hacer que esas personas se callen la boca y la dejen en paz, pero es cobarde, no tiene el valor suficiente para hacerlo, es por eso que tiene su diario para desahogarse con él pero también tiene mejores amigas que la escuchan y la comprende, siempre agradece a dios por cruzarlas en su camino. Pero aún teniendo a todos sus amigos, una parte de ella se siente sola, se ha sentido así desde siempre y nada ni nadie lo ha podido llenar ese espacio. Lo único que quiere es a una persona que este con ella para toda la vida, que la ame siendo tal cual es y que se pueda desahogar con el sin miedo de que piensen mal de ella.










Se escuchó el rechinido de la puerta, la chica entró en puntillas para no hacer ningún ruido, cerró la puerta despacio y se aproximó con su amiga que acababa de dormirse.
-Mujer –Dijo dándole unos golpecitos en la espalda- despierta. ¡Ashley!
Ashley dio un pequeño grito y se sentó en la cama exaltada, se agarró su pecho y comenzó a respirar despacio para calmarse.
-¡¿Que tienes Kathia porque me despiertas?! ¡Y luego de esa forma! –Dijo molesta.
Kathia Barlow tiene la misma edad que Ashley, solamente que ella es mayor por 4 meses, es muy alegre, es la típica amiga con la que te la pasas riendo todo el tiempo, su pelo es castaño, muy largo, tiene los ojos de color miel, su piel es a perlada, es un poco más alta que Ashley, ella se viste un poco más alegre que su amiga y se arregla más que ella. Le encanta salir de compras, ya sea con sus amigas o con su familia.
-Perdón, pero es que... estaba aburrida y luego prendo la tele y no les entiendo ni media palabra de lo que dicen ¡Ashley me siento rara aquí! –Dijo desesperada.
-¿Crees que yo no? –Un poco más tranquila- Pero hay que empezar a acostumbrarnos porque vamos a estar aquí por un buen tiempo.
-Ojala y se nos vaya rápido el tiempo no me gus... –Ve la cara de su amiga- ¿Te sientes bien? –Preocupada.
-La verdad no Kathia, me siento muy cansada –Cerrando sus ojos.
-¿Sigues teniendo esas pesadillas? –Ashley asintió- ¿Y por qué no le has dicho a tu mamá?
-¿Para qué? –Dijo fastidiada- Solamente me va a decir que es por culpas de las películas de terror, que ya me envenenaron la mente y no sé que mas, mejor me quedo callada.
-Ay pero es que te vez muy mal, yo creo que es mejor que le digas.
-No, sea como sea va a pasar no te preocupes.
Las dos se quedaron un momento calladas. Kathia volteó a ver hacia donde estaban las maletas de su amiga amontonadas en un rincón.
-No las vas a recoger verdad –Ashley se ríe.
-No.
-Ni yo las mías... ¿Qué te parece si vamos a conocer el vecindario?
-Lo que sea para no desempacar, ¡Te sigo amiga! –Levantándose. Se puso sus tenis y, mientras salían de la habitación, se hacia un chongo.
Las madres de las dos amigas, acomodaban todas sus pertenencias en la zona de la sala. La mamá de Ashley se llama Claudia ella es chaparrita, su color de piel es a perlada y tiene el pelo quebradizo color negro, casi siempre lo trae recogido por una pinza. Ashley y ella nada que ver, eran diferente en todo principalmente en carácter. La mamá de Kathia se llama Flor, más alta que Claudia, su piel también es a perlada, su color de cabello es café oscuro y la mayor parte de tiempo lo trae recogido igual que Claudia, su relación como madre e hija era buena, mucho mejor que la de Ashley y Claudia.
-¿Ya desempacaron? –Preguntó Flor.
- No, es que mamá, queríamos conocer el vecindario –Dijo haciendo una cara de niña buena.
-¿Podemos? Les prometemos que cuando regresemos desempacaremos todo –Prometió con una sonrisa.
-Esta bien, ¡pero no se alejen demasiado! Después salimos las cuatro y paseamos por toda la ciudad ¿okey? –Dijo Claudia.
-Okey –Respondieron las dos amigas con una sonrisa forzada. Kathia abrió la puerta y salieron lo más rápido que pudieron de ahí.
El vecindario era muy lindo, se veía que era una colonia tranquila. El cielo estaba completamente gris y hacia un poco de aire. A tres casas de ahí, en frente, estaba un parque, había pocas personas, la mayoría eran niños que se divertían en los juegos.
-Pido el columpio morado –Dijo rápidamente Kathia y se echó a correr.
-¡Oye es no es justo! –Tratando de alcanzarla. Las chicas comenzaron a gritar y a reírse, varias personas voltearon a verlas como si fueran unos bichos raros, pero ellas siguieron divirtiéndose hasta llegar a los columpios.
-Te gane –Aclamó sacándole la lengua. Se sentó en el columpio y con sus pies empezó a darse impulso
-Solamente porque tengo sueño y estoy cansada, sino yo te hubiera ganado –Sentándose en el columpio de al lado.
-Si Ashley si –dijo sarcásticamente
-Sabes que me pone nerviosa –Musitó su amiga de la nada.
-¿Qué? –Preguntó confundida
- La nueva escuela.
-¡Ay ya sé y ni me digas! –Dijo cubriéndose la cara con sus manos- ¿Cómo le vamos hacer si no sabemos nada de alemán?
-¡No lo sé! Solamente espero que las clases no sean tan aburridas.
Dos chicas que pasaban por ahí observaron a Ashley y a Kathia comenzaron a secretearse entre ellas y después comenzaron a reírse sin dejar de verlas, las dos amigas no le dieron importancia eso, las dos chicas siguieron caminando pero antes una de ellas le ofreció una mirada de superioridad a Ashley.
-¿Así tratan a los nuevos vecinos? –Preguntó Kathia.
-Al parecer sí –Respondió Ashley bajando la mirada- que cálida bienvenida.
Las dos comenzaron a columpiarse sin decir nada más. Ashley pudo observar que las dos muchachas se acercaron con un chico, pero desde donde estaba no podía ver bien como era, dejo de columpiarse para tratar de observarlo mejor. El chico traía ropa un poco más grande que su talla, camisa gris, pantalón de mezclilla un poco grande, tenis color blanco y una banda que cubría su frente del mismo color que sus zapatos y traía trenzas negras. Algo de él le llamaba la atención, juraba que lo había visto en alguna parte pero no recordaba en donde. Su aspecto era completamente extraño, diferente a los demás, estaba pálido y se le notaba que era algo serio, pero eso no lo quitaba lo apuesto, era realmente guapo, cada parte de su cara con detalles elegantes parecía hecha de porcelana. La chica que le había ofrecido una fea mirada a Ashley, abrazó al de trenzas y le dio un corto beso que a él le dio igual, la amiga de la chica observaba con ternura a la pareja aunque él fuera frío con ella. El de trenzas volteó a ver hacia donde estaban las dos amigas y cruzó la mirada con la de Ashley.
- Volviste -Dijo el de trenzas para sus adentros. Ashley se había perdido en la mirada de aquel chico... tan profunda, olvidándose completamente de todo. La novia del chico se percató de lo sucedido y vio a Ashley con odio, ya que notó que su novio veía a la chica de pelo negro con un brillo en sus ojos y con una ternura que a ella jamás le había ofrecido. Pero Ashley no se dio cuenta de eso, ni de que Kathia le hablaba, ella solamente estaba concentrada en la mirada del de trenzas y él en la de ella.

Continuara***

3 comentarios:

  1. OMG! la ame Por cierto Ashley Me recuerda a arly haha como sea arly Me encanto, Me traume! es el primer cap verdad? (no quiero perderme ni uno!) :D

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  2. Arly!!! Solo informandote que como buena lectora termine toda la historia anterior & que ya iré al corriente con esta otra :) me alegra que la vayas a seguir! Te juro que realmente la ame :) bueno me voy :) cuidare peque;a!!! Estamos hablando si?? Tequiero!!! <3 :)

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  3. Es la segunda vez que leo esta historia, y Arly, ¡sinceramente la amo! Me dejó encantada y por esa razón he decidido volver a leer. <3

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