Cap.3 Un gran bosque

-Corre –Dijo Kathia sin pensarlo dos veces- ¡Corre!

En ese momento se escuchó otro estruendo e hizo que las dos se exaltaran y eso les basto para irse de ahí corriendo. No escogieron camino, lo único que querían era alejarse de ahí y llegar a su casa pero solamente observaban más casas vacías.
-¡¿Por qué rayos no hay nadie aquí?! –Preguntó Ashley desesperada y sin dejar de correr.
-¡No lo sé! –Respondió Kathia con lágrimas en los ojos.

















-Buenas noches –Dijo una señora amistosamente de 34 años, alta, pelo rubio, que en ese momento estaba recogido por un chongo, ojos color pardo y tenía un recipiente mediano y cubriendo lo que venía adentro con aluminio, acompañada de una chica de la edad de Ashley y Kathia: su cabello era ondulado de color castaño claro, era de estatura chica y sus ojos iguales a los de su madre - Mi nombre es Sandra y ella es mi hija Danae, vivimos a tres casas de aquí, venimos para darles la bienvenida. –Con una enorme sonrisa.
-Ah... Muchas gracias –Dijo confundida la madre de Ashley- Yo me llamo Claudia –Dijo hablando más o menos bien el alemán. Ellas dos recibieron un curso para hablar alemán en su fábrica, es por eso que les entendían a los demás.
- Y yo Flor –Dijo con una sonrisa.
-Mucho gusto, aquí les traje un pedazo de pastel, a ver si les gusta.
-Oh –Musitó Claudia agarrando el recipiente- Muchas gracias no se hubiera molestado.
-No hay de qué.
-Si gusta pasar –Dijo Flor.
-Gracias.
Se sentaron en la sala y Danae comenzó a ver los adornos que estaban ahí comenzando a aburrirse, por supuesto, eran puras señoras.
-Lastima que no están nuestras hijas para que se hubieran conocido –Dijo Flor sacando de sus pensamientos a Daniela.
-¿Hijas? ¿Y son de mi edad? –Preguntó animadamente.
-¿Tienes 15? –Preguntó Claudia y Daniela asintió- Entonces sí.
-¿Y en donde están ellas?
-Pues… –Las dos madres se voltearon a ver y Claudia se levantó- No es por ser grosera pero necesito que se retire, nuestras hijas salieron a conocer el vecindario ya hace horas y no han regresado –Dijo preocupada y con un nudo en la garganta. Sandra y su hija voltearon a verse preocupadas.
-Nosotras las ayudaremos, verá en esta colonia no es seguro salir de noche y menos si no conoces la zona.
-¿Y por qué no? –Cuestionó Flor.
-Porque mucha gente ha desaparecido y se le encuentra un día después en terrenos baldíos... muertos y lo más alarmante es que las víctimas son siempre mujeres de 15 hasta 21 años –Las mamas de Kathia y Ashley sintieron una punzada en el corazón, sabían que sus hijas estaban en peligro. Sandra volteó a ver a Daniela- Ve a buscar a tu hermano y dile que se venga para acá, el nos va a ayudará a encontrarlas.
-Okey, con permiso –Salió de la casa la muchacha para hacer lo que su mamá le había ordenado.
-Solamente espero que no hayan llegado al final del fraccionamiento.
-¿Por qué? ¿Qué hay ahí? –Preguntó nerviosa Flor.
-Verá, esta colonia era muy tranquila todos salían a cualquier hora a cualquier parte sin ninguna preocupación. Al finalizar este fraccionamiento se encuentra un bosque, un gran, gran bosque, aún siendo eso, era la parte más tranquila del fraccionamiento muchos iban a ahí para jugar o las parejas para pasar el rato, pero un día hace ya años, se encontró a una chica de 19 años muerta en medio de ese bosque.





















-¡No hay salida Ashley! –Gritó desesperada al ver que el extenso terreno estaba protegido por una gran reja.
-Tiene que ver una –Dijo viendo desesperadamente a su alrededor. Vio que la reja de ahí estaba rota, se acercó hasta ella, movió un letrero oxidado y lleno de tierra y la levantó- ¡Vamos! –Ordenó
-No sabes lo que hay ahí Ashley –Dijo llorando.
-Tal vez al otro lado esté el parque.
-¿Y si no? No me voy a arriesgar –En ese momento se escucharon unos pasos.
-¡Kathi por favor entra ahí! –Dijo suplicándole- por favor... –Los pasos se escuchaban más cercas. A Kathia le entró el pánico así que sin pensarlo más entró a ese bosque, después fue Ashley, que se rasguñó la espalda al pasar debajo de la reja.
-¿Qué es esto? –Dijo Kathia limpiándose las lágrimas observando extrañada el lugar- Es... ¿es un bosque Ashley? ¿¡Esto es un bosque?!

















-Dijeron que había sido atacada por un animal, trataron de encontrarlo pero jamás lo hallaron y pensaron que se había ido de ahí así que todo continuó normal aunque procuraban ya no ir tan seguido a ese lugar. Días, semanas, meses y siguieron encontrando más víctimas, todas mujeres, los testigos decían que la última vez que veían era antes del anochecer y que iban a salir con sus parejas o con sus amigos. Y todas las chicas las encontraban igual: vacías, no había rastro de sangre en su cuerpo. Nunca supieron quien o que las mató, así que por precaución pusieron una gran reja en todo el terreno y letreros de peligro para evitar más tragedias.
-Bueno, si hay una reja ahí no hay mucho de qué preocuparnos –Dijo Flor con un nudo en la garganta. Sandra negó con la cabeza.
-¡Esa reja tiene años! La pusieron cuando mi abuela era una adolescente; la reja y los letreros están completamente oxidados y de vez en cuando sigue habiendo las desapariciones y estamos seguros de que todo sucede en la noche, por eso está prohibido salir cuando el sol ya está oculto para evitar tragedias, ¡sus hijas no saben eso!
Alguien abrió la puerta de la casa, las 3 señoras voltearon a ver qué Danae entraba sola.
-No encontré a mi hermano –Dijo no tanto nerviosa- no se llevo el celular y no sé donde estará
-¡Hay que buscarlas ya! No hay que perder más tiempo.-Dijo Claudia desesperada.

















-Al parecer si –Dijo Ashley tratando de reincorporar el aliento ante la huida de hace un momento.
-¿Ahora qué hacemos? ¿Seguir caminando? –Ashley veía enfrente tratando de encontrar un pequeño camino, pero nada, todo estaba rodeado de varios árboles.
-No se –Dijo en susurro.
Se escucharon hojas quebrándose detrás de ellas. Las dos se voltearon a ver y dieron una expresión de miedo y sin decir nada caminaron tratando de no hacer ningún ruido. Caminaban a ciega, parecía que toda la oscuridad del universo estaba en ese bosque. Kathia agarró la blusa de Ashley para guiarse con ella, seguían escuchando hojas quebrándose y las dos aceleraron el paso pero aún en silencio y al fin pudieron alejarse de la o las personas que las seguían.
Sin querer Ashley piso un palo partiéndolo en dos y haciendo que hiciera eco, Kathia la miro con desesperación y la chica de pelo negro solamente encogió los hombros.
El sonido de hojas quebrándose y pisadas se escuchaban por todos lados, las dos amigas volteaban a ver a todas las direcciones para ver de donde provenían, pero era imposible, todo estaba oscuro, muy apenas se veían los árboles eso hizo que Kathia se desesperará.
-¡¿Para donde?! –Preguntó la chica de pelo castaño.
-A...a –Volteaba para buscar un camino pero ¿y si las llevaba hacia esa persona?- no... –Volteando hacia donde se escuchaban las pisadas.
-¡Ashley reacciona por favor! –Le gritó con los ojos llorosos.
-¡Corre! –Dijo sin pensarlo- para donde sea, pero ¡corre ya! –Dijo jalándola de la manga de la blusa.
-¿Eh? ¿Ashley? –Volteando- Ashley ¿donde estas? –Tragando saliva. Ashley ya había corrido pensando que su amiga la había seguido, pero todo lo equivocado, Kathia por el miedo no la escuchó, solamente sintió cuando Ashley jaló su manga- Ashley ¡espérame! –Le rogó rompiendo en llanto.
Kathia apenas iba a correr cuando alguien la agarró del hombro deteniéndola completamente, abrió sus ojos como platos al pensar que esa era la persona que les quería hacer daño.
-Por favor... no me lastime –Dijo suplicando.

Continuara***